A LA BÁSCULA

Alianzas desunidas

 Aunque hubo suficiente tiempo para haber negociado, establecido acuerdos y consensos para llegar fortalecidos al momento de las definiciones de ir juntos, barruntos de tormenta parecieran que pueden fracturar la alianza electoral entre PRI-PAN-PRD, con lo que –no sé si voluntaria o involuntariamente-, podrían terminar por hacerle el trabajo sucio a Morena

Parecía que todo estaba planchadito para la candidatura de Esteban Villegas Villarreal, pero por lo que se puede ver en las redes sociales, las cosas no son así. Internamente uno de los primeros en ‘brincar’ fue el diputado Luis Enrique Benítez Ojeda, quien considera que la eventual candidatura de Villegas, se traduciría en una derrota segura para la Alianza.

Con una extraña forma de promoverse, que denota un gran distanciamiento con su partido, Leticia Herrera Ale trata de jalar seguidores con una campaña muy sui generis, y donde supuestos seguidores la promueven como la única opción para unificar verdaderamente a la alianza, aunque lo que muestra es que en los hechos –por lo menos hasta ahora- no hay un solo partido detrás de ella, ni siquiera el PRI, que siempre la cobijó a ella y a su padre, don Carlos Herrera Araluce. Al menos eso es lo que se deja ver.

Jorge Salum del Palacio, el panista alcalde de Durango capital, quien al principio de su administración aparecía como el ‘gallo’ del Gobernador, que lo llevaba a cuanto evento hubiera, así fuera en otros municipios, fijó su posición a través de un video en redes sociales, en los que anuncia que no va –bueno lo dijo de otra manera, que él se quedará a cumplir sus tres años el compromiso con los duranguitos-, él se hace a un lado, pero dice que la candidatura de la Alianza debe recaer en un panista. Ya se sabe que otros panistas como el diputado federal Javier Castrellón y el secretario de Gobierno, Héctor Flores también la quieren.

Si pronto los partidos participantes no logran ponerse de acuerdo, van a terminar por salir con un candidato debilitado desde adentro, lo que favorece la intencionalidad de Morena, de quedarse con la gubernatura, y crecer su dominio en algunos municipios.

Pero en Morena tampoco cantan tan las rancheras, porque aunque con una campaña de muy baja densidad, la alcaldesa con licencia de Gómez Palacio, Marina Vitela, pareciera que espera a que ocurra una de dos para resultar la ungida, que se decida que la candidatura recaerá en una mujer, o bien, que el respaldo que le ha ofrecido el líder nacional de su partido, Mario Delgado, termine por convertirla en ‘la buena’.

Sin embargo, los otros dos tiburones que la quieren, siguen en lo suyo inundando supuestas encuestas que los colocan, cada quien en las suyas, como los superpunteros y únicos con posibilidades de darle a Morena el triunfo. Alejandro González Yañez –o Gonzalo Yañez, o El Tirantes, como quiera usted llamarlo- también apela que en la alianza entre Morena-PT- PVEM, la candidatura sea para el Partido del Trabajo para así ser él, el mero mero.

José Ramón Enríquez, que ya ha desfilado por todos los partidos y ahora por Morena aspira a ser el candidato primero, y el gobernador de Durango después, ahora ha recurrido hasta a un video promovido por el ex futbolista Carlos Hermosillo Goitortua ‘El Grandote de Cerro Azul’, en el que invita a la gente a votar por ‘el doctor Enríquez’, que es la mejor opción para gobernar Durango –dice-, aunque su candidato no ha logrado siquiera ganar en el proceso interno.

Esto es, en ninguna de las dos alianzas ni en la de ‘Va por México’, ni en la de ‘Juntos haremos historia’, se han visto cabilderos de altos vuelos, que logren lo acuerdos necesarios para evitar desgastes internos, mientras que el tiempo avanza inexorablemente. Por lo pronto estas alianzas lucen bastante desunidas.

Cualquiera de los dos bandos que logre consolidar acuerdos sólidos, puede ser el que tenga mayores posibilidades en la constitucional. Si bien –se supone- los gobernadores deben mantenerse alejados de los procesos electorales que se realicen en sus entidades, en el caso actual de Durango me parece que la cosa se ha ido totalmente al otro extremo.

Aunque sea a través de sus operadores políticos, los mandatarios estatales más o menos llevan y mantienen el control de lo que ocurre políticamente desde la definición de las candidaturas propias o de enfrente, hasta el desarrollo de las campañas internas, las precampañas, y las campañas. En este caso se ve muy poco interés, en una elección tan importante como la renovación de la gubernatura, luego de la primera administración de la alternancia.

Ya veremos.

 

laotrapana@gmail.com

 

@JulianParraIba

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El Heraldo de Saltillo
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