Ciudad de México.- Magali y su compañero Rigoberto estaban en su turno habitual de trabajo la tarde del pasado sábado 3 de julio. Su orden de trabajo era la de realizar un patrullaje alrededor de un popular supermercado ubicada cerca del centro de Manzanillo, Colima. Ambos se desempeñaban como policías municipales.
De pronto un vehículo color negro se les emparejó. Desde el interior dos civiles armados les dispararon en múltiples ocasiones. Todo en apenas unos segundos. Los agentes no tuvieron ni la oportunidad de defenderse. Las amenazas de un inminente asesinato de policías, escritas en cartulinas y colocadas unas horas antes en la ciudad por un grupo criminal, se habían cumplido… a plena luz del día.
Un día más tarde, pero esta vez en Guaymas, Sonora, el comandante de la policía municipal José Martín “N”, fue asesinado justo cuando salía de su domicilio para dirigirse a la estación de trabajo. Sujetos que hasta la fecha no han sido identificados le dispararon mientras se disponía a arrancar su vehículo.
Estos son apenas tres ejemplos recientes de otro rostro de la violencia en México: el asesinato, todos los días, de policías y agentes de seguridad de cualquier nivel de gobierno.
Datos oficiales obtenidos por Animal Político a través de solicitudes de transparencia, e informes de la organización civil Causa en Común, revelan que tan solo en lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido asesinados en el país 1 mil 288 policías locales, elementos de la Guardia Nacional, y efectivos del Ejército que participaban en operaciones contra el crimen organizado.
Se trata, en promedio, de 1.4 asesinados cada 24 horas en el actual sexenio. Dicho de otra forma: todos los días asesinan entre uno o dos policías en México.
Del total de agentes caídos, 1 mil 249 eran policías estatales, municipales o ministeriales. A ellos se suman 22 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y 17 efectivos de la Guardia Nacional.
Con excepción del estado de Campeche, todas las entidades federativas han registrado en su territorio homicidios de policías y soldados a manos de los criminales, aunque casi el 50% de los casos se concentran en apenas seis entidades del país.
Guanajuato lidera y por mucho la incidencia de asesinatos de policías. En su territorio han caído 194 agentes. Eso significa que uno de cada siete asesinatos de agentes de seguridad en el actual sexenio ha ocurrido en dicha entidad federativa, sacudida por la guerra entre grupos criminales rivales.
Cabe señalar que entre los asesinatos registrados en Guanajuato se encuentran los de dos efectivos de la Guardia Nacional (GN).
El Estado de México es la segunda entidad con más policías caídos con 92 en total, entre los que se encuentra un efectivo de la GN. Después se ubica Chihuahua con el asesinato de 87 uniformados, todos ellos de nivel estatal o municipal. Guerrero registra, por su parte, 85 casos entre los que se encuentra el asesinato de cuatro militares de la Defensa Nacional, y un efectivo de la Guardia Nacional.
Michoacán es otra entidad con 85 policías caídos, entre los que figuran cinco soldados del Ejército Mexicano y otro militar adscrito a la Guardia Nacional. El último estado de la lista de seis que concentran la mitad de todos los casos es Veracruz con una cifra de 76 uniformados y agentes caídos.
Muy cerca de esos registros se encuentra también el estado de Jalisco con un total de 69 policías que han perdido la vida en circunstancias violentas en su territorio; entre las víctimas figuran dos elementos de la Guardia Nacional, un efectivo del Ejército, y el resto son policías locales.
Las otras entidades con más de 50 policías asesinados en su territorio son Ciudad de México con 55 casos, Zacatecas con 52, y Sonora con un total de 51.
En el otro extremo de la lista está Campeche que no registra ni un agente de seguridad asesinado. Después están Aguascalientes y Yucatán con solo un caso cada una de ellas, y Baja California Sur con tres homicidios. Nayarit reporta cinco asesinatos y Tlaxcala un total de siete.
Emboscadas y alto poder
Muchos de los policías que han sido asesinados en los últimos años en el país son víctimas de ataques sorpresivos, en los que generalmente son emboscados y donde en ocasiones no han tenido ni la oportunidad de defenderse. También es frecuente que los criminales cuenten con armamento de mayor calibre en esos ataques.
Uno de los peores ataques ocurrió apenas el pasado 18 de marzo cuando 13 policías estatales (ocho pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública estatal y cinco agentes ministeriales) fueron asesinados en la localidad de Coatepec Harinas, al sur del Estado de México.
La emboscada se presentó cuando el convoy de cuatro vehículos en el que viajaban los agentes fue atacado desde los costados al transitar por una zona montañosa. Los agresores, presuntos integrantes del Cártel de La Familia Michoacana, colocaron además un vehículo a mitad del camino para bloquear un posible escape. Fueron más de 100 disparos los que realizaron los criminales.
Otro ataque de proporciones similares se registró el 14 de octubre de 2019 – también en el actual sexenio en Aguililla, Michoacán. De manera similar los criminales, con armas de alto poder, atacaron sorpresivamente un convoy de la policía estatal cuando se dirigía a un operativo. El saldo final de la agresión fue de 14 elementos que perdieron la vida.
Además de asesinar a los agentes, los criminales todavía se tomaron el tiempo de dejar cartulinas con amenazas en los vehículos oficiales que balacearon.
Tamaulipas, Michoacán y Guerrero: letal para militares
Tamaulipas no figura en la lista de entidades donde asesinan a más policías pero sí es, con claridad, el estado más peligroso para elementos del Ejército. Nueve efectivos de la Defensa Nacional que participaban en operaciones de combate al narcotráfico y crimen organizado han sido asesinados en su territorio.
Se trata de prácticamente la mitad de los 22 efectivos de las Fuerzas Armadas en activo asesinados a manos de los criminales en el actual sexenio.
Después se ubica Michoacán que concentra cinco casos de militares asesinados. Entre esos casos destaca el asesinato ocurrido apenas el pasado 15 de mayo de dos soldados en el municipio de Aguililla. El crimen ocurrió cuando los militares fueron emboscados por sujetos armados mientras realizaban un operativo de vigilancia en la localidad de Las Hilguerillas. Otro militar más resulto herido, pero consiguió sobrevivir.
El ataque en contra de estos soldados ocurrió en un contexto de una fuerte disputa entre dos grupos del crimen organizado, que incluso ha ocasionado el aislamiento de algunas comunidades y el secuestro de varios caminos.
Guerrero es la tercera entidad con más soldados asesinados por los criminales con cuatro casos. De ellos tres fueron asesinados en un solo evento en el municipio de Leonardo Bravo cuando, al igual que en el caso de Aguililla, un convoy del Ejército fue emboscado durante un operativo de quema de enervantes.
Otros estados que han registrado asesinatos de soldados en su territorio son Jalisco, Quintana Roo, Sonora y Tabasco.
Hay elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional desplegados en este tipo de operativos que han fallecido, pero de manera accidental. Uno de esos casos ocurrió la mañana del pasado 21 de febrero de este año en el municipio de Emilio Zapata en Veracruz cuando una aeronave Learjet de la Fuerza Aérea se desplomó minutos después de despegar del aeropuerto de El Lencero. El saldo fue de seis militares que perdieron la vida. (ANIMAL POLÍTICO)
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