DE BUENA FUENTE

Tambores de guerra

Pocos, lamentablemente, muy pocos analistas políticos creen que el proceso electoral del próximo 6 de junio en Coahuila, se desarrolle en completa paz.

Focos rojos, dicen los observadores, se notan en Saltillo, Torreón y en Monclova, por hablar de ciudades importantes.

Y es que, difícilmente Armando Guadiana, candidato de Morena a la alcaldía de Saltillo, aceptará su derrota, luego de la cuantiosa inversión para impulsar que otros aspirantes declinen a su favor.

Según el manual político del senador con licencia, ensuciar la elección es una de las principales acciones para recuperar lo invertido, y evitar la vergüenza del perder a pesar del apoyo lopezobradorista.

Lo mismo ocurrirá en Torreón, donde Luis Fernando Salazar padre, y su hijo Wicho, tampoco aceptarán fácilmente la posible derrota electoral, pues saben que para ambos fue su última oportunidad de cumplir el sueño de gobernar la perla lagunera.

En Monclova, los panistas creen que, con una caravana de autos, se gana una alcaldía, y se olvidan que es en las urnas, donde realmente se valora el apoyo popular.

El candidato albiazul a la alcaldía, Mario Dávila, es un hombre sensible, inteligente, y conciliador, que en caso de ser derrotado aceptará la decisión de los ciudadanos.

Pero hay que recordar, que el estimable doctor no se manda solo, y si en la elección interna para la dirigencia estatal del PAN, que perdió con Chuy de León, le ordenaron impugnar, ¿imagine usted lo que le van a exigir en caso de la derrota en la lucha por la alcaldía acerera?

Los tambores opositores de guerra, se mantienen callados, en espera de que la mecha de la inconformidad se encienda.

Al tiempo…

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Desollados

Como el Lonje Moco, nadie sabe, nadie supo, en que quedará la sentencia penal impuesta por las autoridades texanas al ex gobernador de Coahuila, Jorge Torres López, por el presunto delito de lavado de dinero.

Según fuentes cercanas a la investigación, el ex gobernante coahuilense está por pasar a convertirse en testigo protegido de la fiscalía texana, luego de entregar recursos y propiedades, conseguidas al amparo del gobierno estatal de Coahuila.

Jorge se sumará así a la lista de testigos que encabeza el ex tesorero estatal, Javier Villarreal, el empresario Rolando González Treviño, y personajes como Juan Manuel Luévanos, alias el Mono Muñoz, y Luis Carlos Castillo Cervantes, el rey de los dragones.

Para salvar su pellejo, Jorge Torres deberá entregar la piel de otros políticos coahuilenses, y sus nombres permanecerán en una investigación sellada, hasta que les encuentren carne y hueso para desollar.

Autor

Ulises Salas
Columnista
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