Ciudad de México. Aunque organizaciones de mujeres en México, como en otros países afectados por el COVID-19 señalan que las llamadas de mujeres afectadas por la violencia han bajado, para la directora de la Red Nacional de Refugios (RNR) estas cifras no reflejan la realidad, por el contrario, detrás de éstas puede haber un repunte, solo que en este momento no se denuncia por la contingencia.
La razón, dijo en entrevista con Cimacnoticias, es que en el confinamiento en casa, a veces con múltiples personas, niñas o niños pequeños y en un espacio restringido, las tensiones familiares aumentan. Pero ahora que las mujeres no tienen excusa para salir, y con el agresor a su lado, ellas tienen menos oportunidades de hacer una llamada y denunciar.
El pasado 25 de abril el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), publicó el informe “Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 911. Información sobre violencia contra las mujeres”, en el que señala que hubo un repunte en el número de llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres en marzo. Mientras que la policía registró 19 mil 183 llamadas en enero, y 21 mil 727 en febrero, en marzo fueron 26 mil 171.
Desglosadas según el delito denunciado, hay un aumento significativo en todos los ámbitos: abuso sexual; acoso u hostigamiento sexual; violación, y violencia de pareja. El pico más preocupante se observó en violencia familiar. Si en enero 52 mil 498 llamadas fueron relacionadas a este delito y en febrero 52 mil 858, en marzo fueron 64 mil 858, un aumento de casi 23 por ciento.
Luego del aumento, seguirá baja en denuncias
Basado en las llamadas de orientación y auxilio, que llegaron a la Red Nacional de Refugios a través de su línea nacional, 8008224460, y la línea en la zona metropolitana, 52436432, Wendy Figueroa Morales detectó que las violencias se podrían manifestar de diferentes maneras durante diferentes etapas de esta contingencia. La campaña “Aislamiento Sin Violencia, ¡No Estás Sola!” se lanzó el 17 de marzo.
“Las primeras semanas, eran prácticamente de mujeres que pedían auxilio ante una situación de prevenir. Es decir, indicaban que si el agresor estaba en confinamiento, la violencia se iba a incrementar, porque ya les había hecho comentarios como ‘qué bueno que te vas a tener que quedar en casa porque eso es lo que te corresponde’; o ‘si yo vengo a trabajar aquí, tienes que hacer que los niños no griten, estén callados´, etcétera. “Entonces, las primeras semanas de aislamiento les permitió hacer planes de actuación, de seguridad con las mujeres. Una de las sugerencias era pasar el periodo de aislamiento con algún familiar.
Ya entrando a la tercera semana del confinamiento, y de la campaña “No estás sola” de la RNR, empezaron a llegar las llamadas de mujeres que ya estaban viviendo la violencia, de hombres que les gritan, las insultan, o las agreden, contó Figueroa. En esta etapa, la tarea de las personas que atienden las líneas de emergencia, era hacer planes de contención o de rescate.
“Durante la primera semana de abril, no bajaron las llamadas, pero se incrementaron significativamente los mensajes por redes sociales, porque les costaba trabajo llamar por teléfono, y era más fácil mandar el mensaje por texto. Hubo incluso mujeres que ya no se contactaban hasta estar fuera de la casa”.
Cuando la mujer aprovecha la oportunidad de que el hombre sale para huir, o cuando llama para decir que ya está enfrente del Centro de Justicia Para las Mujeres, “ahí es donde hablamos de rescate”, narró Figueroa Morales. Destacó que en las primeras dos semanas de abril, hubo 7 traslados en el interior de la República y 4 rescates de mujeres y sus hijas e hijos. En tiempos sin pandemia, era en promedio un rescate por semana.
En la segunda mitad del mes de abril, la RNR observó otra etapa en los efectos de la contingencia: “contactamos a las mujeres a través de terceras personas, hijos, la vecina, la amiga, la hermana era quien nos contactaba por redes sociales y nos decía ‘mi hermana está en esta situación, mi papá le cortó el celular, le revisa directamente, no se lo da’, entre otras cosas. Entonces nuestros planes de actuación o de contención fueron a través de terceras personas”.
La defensora teme que pudiera haber una baja en las llamadas de emergencia en abril, pero no porque disminuyó la violencia, sino porque el agresor está controlando todos los medios que la mujer tenía para comunicarse al exterior. “Por lo tanto, se pregunta cuáles van a ser las acciones del Estado o de las otras dos instancias del gobierno, para garantizar una vida libre de violencia a las mujeres”.
Y se cuestionó, si las llamadas de emergencia al 9-1-1 han incrementado ¿Cuál ha sido la respuesta de la policía? ¿Cómo están estas mujeres que llamaron? ¿Están a salvo? ¿Cómo la policía dio seguimiento a esa denuncia? De eso no ha rendido cuentas el SESNSP”, criticó.
Las propuestas de gobierno
La Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México anunció el 23 de abril su iniciativa “Prevención y atención de la violencia familiar y doméstica en la Ciudad de México” en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19“, para fortalecer la capacidad de respuesta de las unidades territoriales de atención y prevención, LUNAS. Instancias de Naciones Unidas capacitarán al personal de aquellas dependencias del gobierno de la ciudad que dan respuesta a las necesidades de las mujeres víctimas de violencia.
“Adicionalmente, se elaborarán guías, material gráfico y de lectura para dotar de herramientas a las redes de apoyo”, dijeron. El nuevo protocolo serviría tanto para la atención telefónica como para la plataforma virtual que será habilitada durante el periodo de la jornada nacional de sana distancia. La Semujeres también anunció que 500 mujeres en situación de vulnerabilidad serán apoyadas financieramente con el propósito de que puedan costear parcial o totalmente la renta de su vivienda, pagar alimentación o usarlo para apoyar a sus hijos e hijas”.
En tanto, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México está ofreciendo hacer denuncias digitales. El Gobierno de la Ciudad de México lanzó un programa que también se llama “No Estás Sola”, por el cual las víctimas pueden denunciar violencias a través de WhatsApp o mensajes de texto, porque reconoció que las mujeres tienen pocas probabilidades de llamar.
Esto sería una buena iniciativa, dijo Figueroa Morales, sin embargo, criticó que el gobierno puso un obstáculo al obligar a las mujeres a tomar fotografías de las lesiones y enviar pruebas al número mencionado, según el gobierno “para evitar denuncias falsas”. Es volver a dar la responsabilidad a la mujer, y olvidando las violencias machistas estructurales que vivimos. Las acciones tienen que ser con enfoque de género y Derechos Humanos”, insistió.
De todos modos, la defensora prevé una cuarta etapa de los efectos de la contingencia sobre la violencia contra las mujeres, una vez que se bajen las medidas de emergencia sanitaria por el COVID-19.
“Después del confinamiento, va a haber un repunte en las denuncias, y también en las demandas de ingreso a algún refugio o atención integral especializada”, estimó. “Porque las mujeres van a poder salir y hacer uso de su palabra, lo que en este momento no pueden hacer por la coerción de su agresor”, concluyó. (CIMACNOTICIAS)
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