«Los perrhijos»: tendencia que afecta a las mascotas

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Los casos de mascotas tratadas como hijos son cada vez más comunes

En los últimos años, la tendencia de los llamados «Perrhijos» ha ido en aumento. Se trata de relativamente nuevo «modelo familiar», en el que un animal toma un papel importante en el núcleo del hogar y se transforma en una especie de sustituto de un hijo.

«Me ha tocado casos en los que llegan perros que son totalmente latosos con sus propietarios, que no se dejan trabajar. Ahí donde te das cuenta todo el carácter que le perjudicial de “los perrhijos”. Todo esto le está haciendo mal, al grado de considerarse maltrato animal porque es mucho más lo que se daña que lo que se beneficia», compartió en entrevista con El Heraldo, Ángel Guillermo Galindo, especialista en Medicina Veterinara Zootecnista por la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro Unidad Laguna.

El término «Perrhijo» se utilizó por primera vez en 2011, en México, con la intención de combinar en una misma palabra el concepto de perro e hijo y traducirla en una misma tendencia: tratar como niños a los canes y demás especies animales como gatos, hurones, hamsters, por citar algunas.

«Es un término bien y mal aplicado, porque no nada más lo vemos en los perros, también los gatos, conejos, etcétera. La gente tiende a transmitir todo lo malo y bueno a sus mascotas, y es algo que complica su situación. A veces tenemos, por ejemplo, perros bastante afectados por tratarlos como niños. Tenemos perros bastante dañados en su carácter animal», comentó.

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Tanto fue el éxito de la palabra que unos años más tarde de su origen, en 2013, se abrió una cuenta de Facebook bajo el nombre de «Perrhijos», que actualmente tiene más de 455 mil seguidores.

«Quizá está mal compararlo, pero qué es lo que pasa cuando tienes un hijo y no lo dejas salir o lo tienes enclaustrado, pues se priva de experiencias, al igual que pasa con las mascotas. Un perro tiene que ser perro, tiene que comprender que está para ser el compañero del hombre más no para ser un miembro de la familia. No hay que ser un papá del perro, porque éste ya tuvo un papá canino que nunca lo va a ´consentir´ de la forma en que nosotros lo hacemos», destacó.

Contrario a lo trending que puede parecer hablar de «Perrhijos», existe una serie de contrastes al respecto. Según Inegi, existen más de 18 millones de perros en el país y solo cinco y medio millones tienen un hogar, y de los incluidos en este mecanismo que en la psicología se entiende como «un efecto de sustitución emocional», pierden su logos, es decir, su identidad al ser humanizados, opinó el especialista.

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«Le quitamos totalmente su identidad. Tenemos perros que son sumamente nerviosos y eso les afecta mucho. Hay que saber lo que es ser un dueño responsable con la conciencia de que se está criando a una mascota y no a un miembro más de la familia. Es muy importante que la gente sepa diferenciar entre un perro sano emocionalmente y uno que no lo está justo por el trato excesivo que se le da», finalizó el especialista. (OMAR SOTO / FOTOS: PIXABAY)

 

Autor

Omar Soto
Omar Soto
Reportero de El Heraldo de Saltillo. Apasionado por la cultura y lector voraz.