Ciudad de México.- “Justicia y verdad” ese es el reclamo que mantiene unidos a padres y compañeros de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, a cuatro años de la desaparición de los jóvenes.
El 26 de septiembre es una fecha que recuerdan con dolor, con tristeza, pero también con coraje: el mismo que mantiene en pie su exigencia al Estado de conocer dónde están sus hijos, qué les hicieron y quiénes son los responsables. Padres y alumnos de las normales rurales coinciden en que fue el Estado el responsable de la desaparición de los normalistas y el que, a 48 meses de los hechos, no ha sido capaz de ver más allá de su “verdad histórica”.
ADN Político publicó en su página web que Cristina Bautista, madre de Benjamín, hizo de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos su base durante 19 meses en los que esperó noticias de su hijo. Permanentemente lleva su retrato en la playera. Para ella, como para los otros padres, el de los últimos cuatro años no ha sido un camino fácil, sobre todo por el desinterés de las autoridades en resolver el caso.
“Al parecer, el gobierno no tiene interés de esclarecer el Caso Ayotzinapa. No le importamos como pueblos originarios, como campesinos porque no nos ha hecho justicia y no ha detenido a los responsables. Es muy triste llegar a otro mes más sin nuestros hijos, otro mes más sin respuestas”, dice.
La desaparición de los estudiantes, que expuso a nivel internacional la crisis de violencia que en México, la hizo salir de su comunidad. El día 15 de cada mes, junto con padres de los otros 42 jóvenes, llega a la Ciudad de México y entre todos definen las próximas acciones para que su reclamo no deje de escucharse.
“Si nosotros nos quedamos callados, todo se acaba, nuestra lucha, nuestro movimiento. Estamos organizados por la vida de nuestros hijos”, Cristina Bautista, madre de Benjamín.
La lucha de los padres es arropada por estudiantes de las normales rurales de todo el país, quienes año con año salen a las calles para exigir que se presente con vida a los 43, que se han convertido en símbolo de lucha y unidad de los estudiantes normalistas.
“El 26 de septiembre para nosotros significa dolor, tristeza, pero también rabia. Cuando vemos esa fecha en los medios, en carteles y demás, es algo que nos impulsa a buscar justicia, saber que nuestros compañeros fueron desaparecidos y asesinados ese día nos recuerda que no podemos dejarlos en el olvido. Nos impulsa a seguir unidos y a seguir luchando”, dice José Luis Cruz, secretario general de Ayotzinapa.
Nueva esperanza, entre dudas
Del gobierno que va de salida, coinciden Bautista y Felipe de la Cruz —padre de Ángel—, ya no esperan nada. Al que viene y que encabezará Andrés Manuel López Obrador le reconocen el interés por retomar el caso, pero toman sus promesa con reservas.
El presidente electo les ofreció en mayo pasado, a mes y medio de la elección, crear una comisión de la verdad y solicitar que regrese el GIEI, el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuyo trabajo fue cuestionado por el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto.
“Por lo menos hay la voluntad y la disposición de querer hacer algo por las víctimas que hemos caminado durante tanto tiempo. Nos ofrecen una comisión de la verdad, nosotros exigimos una comisión para la investigación, la verdad y la justicia en el Caso Ayotzinapa, como lo dicta el tribunal colegiado de Tamaulipas, en el sentido de que se tiene que reponer la investigación”, señala.
Los padres no le ponen plazo al nuevo gobierno para que les dé resultados, pero advierten que se mantendrán vigilantes del curso de las investigaciones y de que la comisión se integre conforme a los requerimientos establecidos: participación de sus abogados, de organismos internacionales de derechos humanos y de fiscales no vinculados al caso.
“Vamos a estar presentes porque este movimiento no va a terminar el 26 de septiembre. Nuestro movimiento va a continuar hasta llegar a la verdad. Nos vamos a encargar de salir a las comunidades a dar la información y de ver cómo vamos, cómo va la investigación”, dice Bautista.
Los alumnos normalistas no comparten el voto de confianza de los padres hacia el nuevo gobierno; aún así, aseguran, seguirán acompañándolos en su lucha y seguirán a su lado hasta que puedan conocer qué pasó con sus compañeros.
“Como normalistas, sinceramente, no confiamos. Sabemos que son muchas palabras lo que te dicen, pero pocos hechos que se realizan. Entonces, no estamos muy confiados. Sabemos que debemos trabajar en otras cuestiones y no solo estar esperanzados a que López Obrador lo pueda resolver”, señalan.
Y así, entre dudas, llegan al cuarto aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y al segundo encuentro con AMLO, en el que esperan que ratifique los compromisos que suscribió aquel 25 de mayo. (ADN POLÍTICO)
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