Meseberg, Alemania.- La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se reunieron este martes al norte de Berlín para debatir sobre las reformas fundamentales de la Unión Europea (UE), que quieren presentar conjuntamente en la próxima cumbre de finales de mes en Bruselas.
En el Palacio de Meseberg, a 60 kilómetros al norte de la capital germana, los dos mandatarios se sentarán a la mesa hasta la noche del martes con la ardua tarea de analizar los cuatro proyectos fundamentales de la UE: la reforma de la Unión Económica y Monetaria, el refuerzo de la política exterior y de defensa, la política común de asilo y una mayor cooperación en materia de investigación, por ejemplo en el ámbito de la inteligencia artificial.
Los dos líderes europeos se saludaron en la entrada de la casa de huéspedes del Gobierno Federal con dos besos al inicio de un encuentro en el que también participan varios ministros de los dos países.
En septiembre de 2017, Macron presentó una serie de propuestas para la «refundación de una Europa soberana, unida y democrática», pero se vio obligado a esperar durante meses hasta que Merkel consiguió finalmente formar un Gobierno de coalición con los socialdemócratas a mediados de marzo después de las elecciones alemanas de septiembre.
Tanto los conservadores como los socialdemócratas dejaron claro en el acuerdo de coalición su apoyo a trabajar para lograr un nuevo comienzo para Europa, pero siempre que éste no implique un gran incremento de las contribuciones alemanas.
Para que el euro sea más resistente a las crisis, el fondo de rescate del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se convertirá en un Fondo Monetario Europeo, a imagen del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, existe desacuerdo sobre la creación de un presupuesto propio para la zona euro como exige París con el objetivo de hacer posible más inversiones.
En cuanto al tema del sistema de asilo de la UE, los dos mandatarios abogan por una mayor unificación y en el ámbito de la política de defensa se discute, por ejemplo, que se reduzca el número de sistemas de armas diferentes.
Merkel acudió a la reunión en un momento de grandes tensiones internas en su Gobierno debido a los polémicos planes de asilo del ministro de Interior y líder de la Unión Cristianosocial (CSU), Horst Seehofer.
El socio bávaro de la canciller quiere frenar la entrada de los refugiados registrados previamente en otros países de la UE ya en la frontera germana en base al conocido como sistema de Dublín, que establece que el inmigrante tiene que solicitar asilo en el primer país donde es registrado. La mandataria rechaza esta medida alegando que esto solo conseguiría lastrar a los países periféricos de la UE y que para solucionar este problema se necesitan soluciones consensuadas con los socios europeos.
De momento, Seehofer le ha concedido dos semanas de tiempo para poder cerrar acuerdos bilaterales que tengan un efecto similar a su propuesta. En caso contrario, amenaza con frenar la entrada de estos refugiados a primeros de julio. (DPA)
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