ALFONSO VÁZQUEZ SOTELO
La cultura: ¿para qué sirve?
La falta de atención a las cuestiones culturales de manera generalizada en nuestra sociedad, da la sensación no retener una información valiosa de nuestro propio pasado reciente o pretérito. Este escenario nos coloca como un pueblo con mala memoria en donde lo veterano fastidia y lo naciente es vano.
¿Qué puede hacer la gente de nuestra localidad sin el conocimiento de sus referentes culturales?
Ejemplo: (el caso de Saltillo) la Catedral, Palacio de Gobierno, la Casa Puercell, el Centro Cultural Vito Alessio Robles, la Alameda, el Ateneo Fuente, la Normal de Maestros, es decir el propio centro histórico de la ciudad, donde los monumentos tangibles y elocuentes son horizonte de permanencia sensible.
La respuesta es que mucha gente crece en otro Saltillo distinto y dividido de los puntos que le dan un referente a nuestra ciudad. Para bien o por mal, de forma a chusca o como ocurrencia se han dado ya manifestaciones de separatismo local y se dice “ciudad Mira Sierra” o “ciudad Teresitas”; ciertamente parecen una nueva ciudad que desconoce a la otra que les dio origen.
Algunos fenómenos que suceden: muchos niños nacidos en estos sectores sociales no conocen el centro histórico, su vida transcurre en estas zona pauperizadas y aisladas de la vida de nuestra ciudad tradicional. En muchas ocasiones su único referente de cultura es el centro comercial que esta es la zona limítrofe.
Hablamos de una ciudad rota en donde la cultura se asume con distintas características, el desarrollo de festejo y tradiciones con una templanza y hasta cierta abundancia y en la otra les llega a través de la buena voluntad o de servicio obligatorios que les ofrecen un barrunto de esa tradiciones.
Muchas personas aquí nacidas en las zonas aisladas son la nueva generación que votaran por primera vez, es decir, tienen mínimo 18 años en donde su única salida es a la fábrica y sin un consuelo de alegría.
Recordar que en estos sectores marginados se ha dado una cantidad alarmante de suicidios de jóvenes, o bien trágicos acontecimientos donde la sociedad incluso se ha alarmado por la tragedia de acontecimiento en donde el padre asesina al hijo de forma ingrata y luego él se suicida. Nada bueno presagia estas muertes, nada bueno la convivencia de ellos en sus zonas marginadas, nada de ello es alentador.
Pareciera que los años de creación de cultura de nuestra ciudad haya servido de poco para desarrollar a las nuevas colonias emergentes de nuestra ciudad con un referente cultural más amplio. Estas zonas marginadas seguirán construyendo a golpes y muertes sus propios referentes y su futuro conviviendo con la escasez detentando un patrimonio cultural lejano y sin recuerdo.
Vislumbre la reciedumbre de los aspectos psico afectivos en las relaciones interpersonales en estas zonas marginadas, la falta de información cultural que precisa acontecimientos y da modelos de conducta o bien testimonios de acontecimientos en donde se han dado hechos de heroísmo.
“Cuando se evalúa a adultos con problemas de memoria, se observa que la mayoría de ellos no presenta déficit en las pruebas de memoria pura, sino en las de atención-concentración, que secundariamente van a producir una pérdida de memoria. El estrés, el insomnio, la ansiedad o la depresión son las causas que subyacen en muchos casos con problemas de memoria», explica Mercé Boada, neuróloga del hospital Vall d´Hebrón de Barcelona.
Por las mañanas cuando se oye el rumbar del motor de un camión que va por los trabajadores, no dejo de pensar en las personas que recoge con rostros desencajados, algunos no han pegado el ojo toda la noche, el silencio es una loza que los hace inmóviles; además nadie cuenta a los compañeros que van a la faena , nadie de ellos ve el reloj, solo quieren un poco más de sueño, pues son las cinco de la mañana y seguramente los que deben estar, ya están en el camión y su jornada de trabajo ya comenzó…
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