En todo el mundo la inmigración venezolana creció entre 2015 y 2017 casi un 110 %, al pasar de 700.000 personas a un millón y medio.
Así calificaba los datos este viernes en Ginebra el portavoz de la Organización, Joel Millman.
«Estos números son grandes. Es una de las mayores crisis migratorias que hemos vivido en los últimos cuatro años”.
Los venezolanos abandonan su país debido a diversas razones como los factores políticos, las necesidades socioeconómicas, la búsqueda de oportunidades laborales o la situación de inseguridad y violencia.
Posteriormente, los Gobiernos de cada país de acogida determinan la condición que les asignarán ya sea la de refugiado, la residencia temporal o permanente, o protección temporal, entre otras.
Gracias a estos mecanismos de regularización se ha otorgado la residencia temporal o permanente a 400.000 venezolanos.
Los migrantes más vulnerables identificados por la Organización son las poblaciones indígenas, las mujeres y los menores no acompañados.
Las mayores dificultades a las que se enfrentan son la salud, las redes de trata y su inserción en los mercados laborales de los países de acogida.
La OIM y el Gobierno de Brasil asisten a los venezolanos
La Organización Internacional para las Migraciones está reubicando a 236 venezolanos desde la ciudad brasileña de Boa Vista, ubicada en el Estado de Roraima en la frontera entre Venezuela y Brasil, hacia las urbes cariocas de Manaos y San Pablo.
El grupo está compuesto por treinta y cuatro familias que se alojarán en seis sitios temporales gracias a una iniciativa del Gobierno de Brasil que cuenta con el apoyo de la OIM, la Agencia de la ONU para los Refugiados y el Fondo de Población, entre otras agencias de las Naciones Unidas.
El apoyo de la Organización consiste en la identificar a las personas que desean ser reubicadas en otras ciudades, preparar la documentación para el viaje y su transporte hacia los albergues temporales donde reciben atención médica.
Según los datos proporcionados por el Gobierno de Brasil, hasta el mes de abril 43.000 venezolanos solicitaron regularizar su condición como migrantes en Brasil en el Estado de Roraima. La mayoría de venezolanos que optaron por migrar a Brasil lo hicieron por ese Estado.
El 65% de los 3500 entrevistados por la OIM en las ciudades de Boa Vista y en Pacaraima, fronteriza también con Venezuela, buscan trasladarse a otras ciudades cariocas.
Anderson Martínez, un venezolano que será reubicado en San Pablo, espera poder encontrar trabajo para poder mandar dinero a sus hijos en Venezuela y aprender el idioma. “Si en el futuro la situación en mi país mejora, volveré; de lo contrario traeré a mis hijos a vivir en Brasil conmigo,” dijo.
Anteriormente a este grupo de migrantes, la Organización reubicó en las ciudades de San Pablo y Cuiabá a un primer grupo de 265 venezolanos.
Aparte de Brasil, Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, Perú y Urugua y son otros destinos a los que se dirigen los venezolanos que deciden abandonar su país, de acuerdo a un informe de la Organización.
La mayoría de solicitudes de asilo son en Estados Unidos
Un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados resaltó por su parte la preocupación por los crecientes riesgos a los que se enfrentan los venezolanos que viven en la calle en Roraima, pese a la atención sanitaria y alojamiento que presta esa agencia ACNUR y el Gobierno de Brasil.
Andrej Mahecic indicó que la Agencia se encuentra a cargo de la gestión de los nuevos refugios y su personal realiza el registro biométrico y cursa tarjetas de identificación para la distribución de alimentos y ayuda
El vocero destacó que hasta el pasado 26 de abril se contabilizaban 170.169 solicitantes de asilo venezolanos en todo el mundo, la mayoría de ellos en Estados Unidos. Asimismo, 24.000 venezolanos hicieron la misma solicitud en Brasil hasta marzo.
Más de medio millón de venezolanos están en Colombia
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos señaló que del millón de venezolanos que han cruzado la frontera con Colombia 660.000 se han quedado en el país, de acuerdo con los datos proporcionados por el Gobierno colombiano.
La portavoz del Programa, Bettina Luescher, recordó que el plan para financiar la ayuda alimentaria con carácter de urgencia para 350.000 migrantes con escasos recursos en Colombia ascendía a 46 millones de dólares.
El operativo de ocho meses de duración incluía la distribución de tarjetas electrónicas en efectivo por un valor de 35 dólares por persona y mes. Las tarjetas permitían comprar en tiendas locales alimentos previamente seleccionados en una lista. (ONU NOTICIAS)
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