OPINIÓN

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22 marzo, 2018

EDUARDO J. DE LA PEÑA

Van en serio el Auditor Superior Armando Plata y el Fiscal Anticorrupción Jesús Flores Mier en los cinco casos de peculado que se detectaron en la revisión de cuentas públicas municipales.

Por lo pronto, como es bien sabido, se concluyó la etapa de investigación en Sabinas y el caso ya se está ventilando en un Juzgado Penal donde el miércoles comparecieron el ex alcalde Lenin Flores Lucio, su hermano Agustín, y Raúl Dante Guajardo, quien fuera director de fortalecimiento municipal.

Según se dice, los ex funcionarios llegaron en camionetas de lujo y muy tranquilos pues están protegidos por un amparo, pero mientras eso ocurría en Sabinas, en Saltillo el Fiscal Flores Mier explicó que el amparo no implica cerrar el caso y si se acredita su responsabilidad tendrán que comenzar por reparar el daño.

Los otros ex alcaldes bajo investigación son los priistas Juan Francisco González, de San Pedro, y Salvador Lozano Arizpe, de Jiménez; el panista Amador Moreno, de Frontera; y el multicolor dirigente de la UDC, Evaristo Lenin Pérez Rivera, de Acuña.

El caso más reciente de un ex alcalde enviado a prisión por peculado en Coahuila es el de Felipe Medina Cervantes, quien gobernó Matamoros de 2003 a 2005, y estuvo preso durante año y medio junto con su hermano Jesús Medina, que era director de ingresos, y el ex tesorero Alfonso Figueroa Bautista.

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Cuando en el arranque de las campañas de los candidatos a gobernador en 2017 Guillermo Anaya tomó como bandera el tema de la salud pública, se encendieron las luces de alarma en el equipo de Miguel Riquelme, pues sabían que la mala calidad de los servicios y las carencias en el sector lastimaban realmente a los coahuilenses.

Pero a los pocos días Anaya cambió de bandera, se fue cómodamente a querer polemizar una vez más con el asunto de la deuda, y las alertas se apagaron, pues el tema ya no estaba en las prioridades de los votantes.

Ahora el gobierno de Miguel Riquelme se ha propuesto una reestructuración a fondo del sector salud, lo anunció la semana anterior, y esa puede ser una de las divisas de su administración, que le imprima un sello personal y le de trascendencia, si es que logra las metas que se ha planteado con el Doctor Roberto Bernal, su secretario de Salud, y con Blas Flores, responsable de las finanzas.

Destacan en el plan de reestructuración la estrategia para corregir el desabasto de medicinas haciendo una previsión presupuestal y reserva de fondos para la compra oportuna de todos los medicamentos que se requieren en el año.

Pero además de lo material, se estará atendiendo la parte del recurso humano y no se descarta incluso reubicar a personal médico y de enfermería entre las diferentes regiones para garantizar la cobertura en todas las comunidades.

El tema de la salud pública es uno de los grandes retos como país, crece la incidencia de males crónicos, y la infraestructura y los recursos son insuficientes. En Coahuila el gobierno anterior reconoció la complejidad del problema hasta el último, a un mes y días de que concluyera la gestión Rubén Moreira habló del riesgo de colapso del sistema por la saturación del mismo.

Riquelme tiene un proyecto y eso es un buen comienzo, el Doctor Bernal debe construir en su equipo la voluntad de llevarlo a cabo, y Blas Flores conseguir los recursos y cuidarlos con la secretaria de la Función Pública, Teresa Guajardo, para evitar, por ejemplo, que las compras de medicamentos sigan siendo un botín, como ocurrió en repetidas ocasiones en el pasado reciente con funcionarios de alto nivel muy bien identificados.

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En la elección federal de hace seis años se habló en el PRI, que presidía Humberto Moreira, de una regla no escrita según la cual los dirigentes no irían en las listas de candidatos plurinominales para comprometerlos en sacar adelante la elección presidencial y que no se durmieran en sus laureles con su situación personal ya resuelta.

Todo quedó en una buena idea.

Y nos vuelven a contar la misma historia, ya los dirigentes agarraron cada uno su paracaídas, y a Meade que Dios lo ayude.

Hay quienes piensan que esos actores tienen activos para aportarle al candidato del PRI en esta elección, pero resulta que es al revés.

No hay congruencia, quieren vender la imagen de Meade como un perfil fresco, ciudadano, ajeno a partidos, y lo primero que hacen es rodearlo de las mismas caras de siempre que, salvo honrosas excepciones, le van a restar en lugar de a sumar.

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Metódico como es, el Rector de la UA de C Salvador Hernández Vélez ha dado instrucciones precisas a su equipo de que cumplan estrictamente con todas las disposiciones en materia de gasto público para evitar que por imprecisiones documentales lleguen observaciones de los órganos fiscalizadores, observaciones que luego hay quienes, por ignorancia o mala fe, las califican como desvíos de recursos.

Con este tema bien cubierto y cuidado desde la Tesorería y la Contraloría, el Rector podrá dedicar su atención a la transformación que ha planteado para la Universidad.