CÁPSULAS SARAPERAS

FRANCISCO TOBÍAS H. 

Operación de bocio 

En esta ocasión te platico sobre un acontecimiento hospitalario que provocó que el mundo médico centrará sus ojos en Saltillo, a principios del siglo XX, año 1902 para ser precisos. La primera tiroidectomía, conocida como operación de bocio, en toda América, se realizó en nuestra hermosa ciudad.

Un oriundo de Saltillo lideró la intervención quirúrgica, el Dr. Anselmo Cabello Aguirre, quien realizó sus estudios de medicina en la Facultad de la Universidad de París, graduándose en 1890, siendo, según lista de la misma Universidad, un estudiante distinguido.

El Dr. Cabello trabajó en el Hospital Péan, en Paris durante 7 años, pero decidió volver a su terruño, rechazando una oferta importante en la ciudad de México. Él quiso volver a su tierra, Saltillo donde ejerció esta loable profesión hasta el último momento.

En esta primera operación de bocio realizada en América, el Dr. Anselmo contó con la asistencia del Dr. Juan Cabello, y como anestesiólogo, el Doctor Pomposo García. La paciente, una dama saltillense llamada Margarita Aparicio.

Horas duró la cirugía, los nervios invadían a los familiares de Margarita, en aquella época cualquier tipo de intervención quirúrgica era de un riesgo muy alto. El tiempo para los familiares era cada vez más largo, la espera se hacía eterna, hasta que vieron llegar al hombre vestido de camisa de vestir blanca. SuS pasos parecían lentos, los familiares lo observaban con nervios, el galeno se mantenía con su rostro serio, se paro frente a ellos y todos con la mirada fija en el, atentos a él escucharon la exclamación: ¡La operación fue un éxito!

Según información del periódico “El Coahuilense”, Margarita logró recuperarse satisfactoriamente.

Un reconocimiento a los doctores asistentes de este primera operación de bocio realizada en América y al Dr. Anselmo Cabello Aguirre, Saltillense distinguido que decidió volver a su tierra y en esta aplicar lo aprendido para bien de los Saltillenses.

Una anécdota médica que quedará en la posteridad de nuestra ciudad, Saltillo.