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 JOSÉ PABLO LADRÓN DE GUEVARA

 Recta final en el camino al Super Bowl LII

 

Llegamos a la parte decisiva de la temporada de la NFL. En septiembre comenzaron 32 equipos buscando el trofeo Vince Lombardi y poco a poco empezaron a caer algunos, hasta que quedaron doce que pelearán en los playoffs. Por un lado tenemos seis equipos en la conferencia nacional, de los cuales cinco cuentan con serias aspiraciones a llegar al Súper Bowl, mientras que en la americana se anticipa la misma historia de los últimos años, que la pelea sea entre Patriotas y Acereros. En los juegos de enero la velocidad del juego aumenta, por el sentido de urgencia que sienten los equipos por estar en partidos de eliminación directa, es por esto que las escuadras que destacan son las mejor preparadas, que cuentan con jugadores de mayor experiencia y que tienen entrenadores preparados para cualquier eventualidad que encuentren en el terreno de juego.

En la conferencia americana hay grandes sorpresas. Nadie al inicio de la temporada hubiera creído que los Jaguares de Jacksonville recibirían un juego de playoff en su casa, y menos enfrentando a los Bills de Búfalo, equipo que terminó su sequía de 17 años sin llegar a postemporada. Aunque las historias de equipos sorpresa le gusta a la mayoría, y nos gustaría ver que una de estas franquicias trascendiera en playoffs, no cuentan con el arsenal para pelearles a los pesos pesados de la conferencia. Por el lado de Jacksonville, son el único equipo que llega a esta instancia con dos derrotas consecutivas, y en el de los Bills, durante la temporada tuvieron un diferencial de puntos de -57 (recibieron más puntos que los anotados) lo cual es un indicativo que no es un equipo confiable para ganar juegos de eliminación directa. Con el mismo problema de diferencial negativo de puntos se encuentran los Titanes, equipo que tuvo un buen arranque de temporada pero que poco a poco se fue apagando, terminando con tres derrotas en su últimos cuatro encuentros. Aunque llegan con mas incógnitas que respuestas, Titanes podría ser un duro rival si es capaz de ser exitoso en el juego terrestre y si continúa sobresaliendo defensivamente en terceras oportunidades.

Kansas City fue el equipo con más altibajos de toda la NFL. Comenzó la temporada 5-0, en los próximos siete encuentros solo ganó uno, y cerró la temporada con cuatro victorias al hilo. Lo positivo para la escuadra de Andy Reid es que encontraron su mejor nivel en las fechas donde más importa.  Aunque se ponen como favoritos a Nueva Inglaterra y Pittsburgh, los Jefes parecen ser el equipo que podría dar la sorpresa, ya que en las últimas semanas mejoraron considerablemente su accionar defensivo y volvieron a ser efectivos en el juego terrestre. Lo que juega en su contra es que históricamente su mariscal, Alex Smith, no ha podido responder en los momentos más importantes de los playoffs, mientras que sus posibles rivales Ben Roethlisberger y Tom Brady son unos maestros en esas instancias. De Pittsburgh y Nueva Inglaterra sobra decir lo que son capaces de hacer en los juegos de enero, dominan a la perfección cómo se deben jugar estos encuentros. Entre estos dos equipos el que más dudas genera es Pittsburgh, ya que no han podido suplir la ausencia de Ryan Shazier, quien era el líder de la defensa. A partir de su lesión aceptan casi 5 yardas por acarreo. De lado de Patriotas, algo que se vio el año pasado es que al final de la temporada el brazo Brady no tenía la misma fuerza, por lo que podría suceder esto mismo, haciendo que el juego aéreo de Nueva Inglaterra se va afectado en climas con mucho viento.

En la conferencia Nacional el camino se ve más complicado que en la americana. Todos los equipos finalistas, menos Filadelfia, parecen ser serios aspirantes a llegar a Minnesota a disputar el Súper Bowl. Se descarta en primera instancia a las Águilas porque con la pérdida de Carson Wentz, su mariscal estrella, no se ve cómo puedan competir contra los equipos tan balanceados que enfrentarán, esto aun teniendo en mente que serán locales en todos sus partidos de playoffs. Los Vikingos, el segundo lugar de la conferencia, es el favorito de Las Vegas para coronarse en la nacional. Lo que destaca de este equipo es el gran balance que tiene, ya que puede ganar partidos de forma aérea, terrestre y defensivamente. La estadística que resume lo que han sido es que fueron el tercer mejor equipo en convertir terceras oportunidades ofensivamente (43.5%) de toda la NFL y el mejor en la misma categoría defensivamente (25.2%). Al saber que la defensa tiene la capacidad de detener constantemente los embates contrarios, ha recaído poca responsabilidad en el mariscal Case Keenum, quien no tiene experiencia en los playoffs.

Si la experiencia es algo relevante en los juegos decisivos, nadie tiene más que los Santos, al ser el único equipo de la conferencia que cuenta con mariscal y entrenador ganadores de Súper Bowl. Drew Brees y Sean Payton conocen a la perfección cómo se debe afrontar estos encuentros, y estarán más confiados que nunca al contar con el quinto mejor juego terrestre de toda la liga. Al ser un ataque multidimensional, son capaces de crear esquemas ofensivos más robustos, que puedan tomar por sorpresa a las defensas contrarias. Alvin Kamara, Mark Ingram, Drew Brees y Michael Thomas representan el cuarteto ofensivo más importante de toda la conferencia. Lo único que los puede detener en el camino al Súper Bowl son las lesiones que tienen en la defensa, ya que perdieron al linebacker AJ Klein y el profundo Kenny Vaccaro. Los Santos se enfrentarán el domingo a unas Panteras de Carolina que dependen de su accionar defensivo para avanzar a la siguiente fase. En los últimos dos partidos Carolina avanzó menos de 260 yardas y Cam Newton completó solamente el 50% de sus pases, lo que demuestra que la ofensiva no se encuentra en un gran momento. La mala noticia para esta franquicia es que en los dos encuentros que disputó con los Santos en la temporada regular aceptaron casi 150 yardas terrestres, por lo que parece difícil que tengan una solución al ataque de Nueva Orleans.

En el otro partido de la conferencia Atlanta visita a los Carneros, el cual será el primer juego de playoffs en la ciudad de Los Ángeles desde 1985. La historia más relevante en la temporada 2017 ha sido la gran labor que ha desempeñado Sean McVay en su primer año al frente de los Carneros, convirtiendo a Jared Goff, el mariscal de segundo año, en una estrella y volvió a posicionar a Todd Gurley como uno de los mejores corredores de la NFL. Por el gran ingenio ofensivo que tiene este equipo, no se espera que los Halcones puedan hacer gran cosa defensivamente para ganar el encuentro. Debido a eso, todo va a recaer en Matt Ryan, quien deberá mejorar el nivel mostrado en los últimos cinco partidos donde ha completado el 57% de sus pases, con un rating de 78. El principal problema para Ryan es que si su línea ofensiva no es capaz de detener al gran poderío de la línea defensiva de los Carneros, muy temprano en el encuentro se quedaría sin juego terrestre y lo que lo llevaría a ser sumamente dependiente de lo que haga Julio Jones.

Por parte de la conferencia americana veo a los Patriotas coronándose, siendo su rival más complicado Kansas City por el gran momento que viven y porque no llegan con lesiones tan importantes como las que tiene Pittsburgh. Mientras que en la nacional, aunque anticipo tres grandes contendientes, considero que Santos cuenta con la mezcla perfecta de experiencia y juventud, creando una gran versatilidad que le ayudará a sobreponerse a casi todos los obstáculos que enfrenten, lo cual no veo en Minnesota y Los Ángeles.

 

You may not know:

 

Tennessee y Búfalo se convirtieron en el séptimo y octavo equipo, respetivamente, en llegar a playoffs con un diferencial de puntos negativos. Todos los equipos anteriores han ganado su primer partido de playoffs.

Alvin Kamara y Mark Ingram son el primer dúo de corredores en el que cada uno supera las 1,500 yardas totales.

 

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El Heraldo de Saltillo
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