LA PRESUNCIÓN: MÁS DELICADA E IMPORTANTE DE LO QUE SE CREE

 

POR DAVID ERNESTO LÓPEZ RAMÍREZ

Yo no dudo que la mayoría de los problemas que como seres humanos tenemos, surgen de la confusión que generan las palabras y las ideas que nos intercambiamos continuamente mientras nos comunicamos. La comunicación que no sólo es verbal o escrita, también incluye señales, signos y posturas del cuerpo y de la cara. Las palabras expresan ideas que a su vez hacen referencia a una realidad concreta; y cada vez que escuchamos una palabra se nos viene a la mente una idea.

Ahora bien, cada idea, inconscientemente revive en cada persona, un aspecto de la experiencia que se ha tenido de dicha realidad. Por lo que no sorprende, que lo que para unas personas es algo bueno, para otras no lo es. Estamos obligados a interpretar constantemente todos los mensajes que recibimos, y también las ideas que expresamos. Estamos obligados, si queremos mantener comunicaciones efectivas, a dispersar cualquier confusión creada por una deficiente escucha e interpretación.

La presunción en realidad es más delicada e importante de lo que se cree. Y no me refiero a la presunción que tiene que ver con la altanería, arrogancia, engreimiento, etc. sino a la que significa suposición, o conjetura. La presunción considera o acepta una cosa como verdadera o buena a partir de ciertas señales o indicios, sin tener la certeza completa de ellos. Con base a la presunción, muchas veces se juzga y se elige un bien entre varios bienes, una opción entre varias opciones. Y lo que en el fondo cada persona en este mundo deseamos es elegir bien el bien.

Para algunos este sería el drama de la humanidad, lo que hace de este mundo y la vida humana una angustia y desesperada existencia: tener que elegir siempre, y elegir por presunción o suposición. Yo lo veo más como un reto y desafío. La presunción implica un maravilloso proceso en el que poco nos detenemos en reflexionar. Por ejemplo, al levantar las persianas de tu habitación, ves el cielo cubierto de nubes de un gris intenso, y checas la aplicación del clima en tu móvil que reporta 90 por ciento de posibilidad de lluvia, ¿Cuál será la presunción?: Que va a llover, por lo tanto, elijo llevar mi paraguas. Esta es un deducción lógica, que tiene una alta probabilidad pero no es absoluta, es una hipótesis, un juicio basado en indicios, en experiencias anteriores vividas.

Este proceso se aplica a todas las áreas de nuestra vida, al tenerlo presente, nos puede ayudar a evitar la presunción absoluta, que radicaliza el punto de vista particular y personal, admitiendo sólo como válidos a los que tienen la misma presunción. Esto está generando polarización que es otro factor que contribuye mucho a la fragmentación del tejido social, familiar y de las relaciones personales y laborales.

Aunque este tema no es nada nuevo, sigue generando los mismos problemas, malos entendidos, pleitos y hasta guerras. ¡Cómo nos haría bien poner atención a nuestras experiencias pasadas y evaluarlas! reflexionar, abrirnos a otros puntos de vista sin complejos ni etiquetas, así podemos sacar mayor provecho a la presunción de la que no podremos prescindir jamás en nuestra vida.

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El Heraldo de Saltillo
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