Sueño profundo, el inesperado efecto de la cafeína recién descubierto

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Londres, Inglaterra.- Las personas que toman café con frecuencia tienden a dormir un poco menos, aunque su descanso suele ser más profundo y reparador. Esto indica que el cerebro podría ser capaz de ajustar por sí mismo sus necesidades de sueño, según un estudio reciente publicado en la revista científica ‘Journal of Psychopharmacology’.

El trabajo, realizado por un equipo internacional, analizó por primera vez este fenómeno a gran escala en condiciones reales y no únicamente en entornos de laboratorio, utilizando dos grandes bases de datos.

Por un lado, se empleó la UK Biobank, que reúne información genética y hábitos de consumo de cafeína de casi medio millón de personas en el Reino Unido y por otro, se utilizó HypnoLaus, un conjunto de datos suizo con mil 702 participantes cuyos patrones de sueño fueron estudiados mediante dispositivos especializados que registran cambios biofisiológicos durante el descanso. Con estos recursos, los investigadores compararon a individuos que tomaban cuatro o más bebidas con cafeína al día, incluyendo café, té, chocolate o bebidas energéticas, con quienes consumían tres o menos.

Métodos y hallazgos

Para dar solidez a los resultados, el estudio aplicó dos enfoques estadísticos:

  • Aleatorización mendeliana, que analiza variantes genéticas vinculadas al metabolismo de la cafeína como una forma indirecta de estimar el consumo.
  • Emparejamiento causal, que compara a grandes consumidores de cafeína con personas de consumo moderado que comparten características similares, como la edad.

Los datos revelaron diferencias claras entre ambos grupos: quienes ingerían más cafeína dormían entre 11 y 13 minutos menos cada noche. Sin embargo, esta reducción se acompañaba de un cambio notable en la calidad del sueño. Las mediciones eléctricas mostraron que los grandes consumidores presentaban mayor actividad en el rango delta, típica de las fases más profundas y restauradoras del sueño. En otras palabras, quienes beben más café parecen aumentar la intensidad de su descanso para compensar el menor tiempo que duermen.

“Las personas que tomaban más de tres tazas diarias dormían ligeramente menos”, explicó Benjamin Stucky, uno de los autores, “Puede sonar alarmante, pero su sueño era más profundo, como lo refleja el incremento de la actividad de ondas lentas, que es un indicador de sueño reparador. Esa mayor profundidad podría equilibrar la pequeña reducción en duración”, añadió.

Los investigadores interpretan estos resultados como una señal de que el sistema de regulación del sueño sigue operando incluso con un consumo constante de cafeína: el cerebro de quienes toman café diariamente podría ajustarse a dormir un poco menos, aumentando la eficiencia del descanso.

No obstante, los autores advierten que sus conclusiones no implican que beber café de forma habitual sea beneficioso o perjudicial para la salud, y recuerdan que gran parte de los datos dependen de lo que los propios participantes reportaron sobre su consumo diario de café, té o refrescos con cafeína. (El Heraldo de Saltillo)

 

https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/02698811251368364