
California, Estados Unidos.- Durante años, las infecciones urinarias se han atribuido principalmente a la falta de higiene o a la transmisión sexual. Pero una investigación, liderada por expertos de la ‘George Washington University’ y el sistema de salud ‘Kaiser Permanente’, propone un cambio de paradigma: alrededor del 18 por ciento de los casos estudiados podrían tener un origen alimentario.
El estudio publicado en la revista ‘mBio’ reveló que cerca del 20 por ciento de las infecciones urinarias analizadas en el sur de California se relacionan directamente con el consumo de carne contaminada con la bacteria Escherichia coli (E. coli). El hallazgo desafía la visión tradicional, que atribuía la mayoría de estos cuadros infecciosos a la higiene deficiente o a la transmisión sexual.
Según información difundida por NBC News, el análisis se basó en más de 2 mil 300 muestras de orina positivas para E. coli recolectadas entre 2017 y 2021, además de 3 mil 300 muestras de productos cárnicos adquiridos en supermercados de la región.
Lance Price, profesor de salud ambiental en George Washington University y coautor del trabajo, destacó que la evidencia genética demuestra un vínculo directo entre las bacterias halladas en la carne y las detectadas en pacientes con infección urinaria.
“Si alguien desarrolla una infección urinaria, ahora puede preguntarse: ‘¿provino de la hamburguesa que consumí hace unos días?’”, sostuvo Martin Blaser, microbiólogo de Rutgers University, en declaraciones recogidas por NBC News. Los investigadores alertaron sobre la presencia especialmente elevada de E. coli en pollo y pavo, aunque también se halló en productos de cerdo y res.
El estudio también detectó una mayor incidencia de casos en barrios de bajos ingresos, donde el riesgo fue cerca de un 60 por ciento más alto que en zonas más prósperas. Las diferencias en refrigeración, almacenamiento y empaques defectuosos podrían contribuir a este aumento.
Aunque la investigación se centró exclusivamente en el sur de California, sus implicaciones podrían extenderse al resto del país. Price señaló que los resultados “ponen de relieve la necesidad urgente de mejorar los controles sanitarios en toda la cadena de producción de carne”, así como garantizar empaques sellados y resistentes a fugas.
Si bien las infecciones urinarias se tratan habitualmente con antibióticos, los especialistas advierten que la propagación de bacterias resistentes complica cada vez más su manejo clínico. En Estados Unidos, la E. coli es responsable de entre seis y ocho millones de infecciones urinarias al año, lo que convierte a esta bacteria en un importante problema de salud pública.
Los investigadores coinciden en que este hallazgo abre una nueva ruta para comprender y prevenir infecciones comunes desde una perspectiva alimentaria. Como señaló Price, “la próxima infección urinaria podría empezar en la cocina, no en el consultorio médico”.
Los resultados de este estudio, destacan los investigadores, abren nuevas rutas para comprender y prevenir el impacto de los alimentos contaminados en la salud pública. (El Heraldo de Saltillo)
https://x.com/CBSNews/status/1981430426401964406


