En el IMSS los curan y afuera los enferman; proliferan puestos de comida chatarra afuera de la Clínica 2 de Saltillo 

Pese al riesgo sanitario que representa la ingesta de alimentos en la vía pública, numerosos puestos de venta de frituras, refrescos, tamales, gorditas y otros alimentos se ubican afuera de la Clínica 2 del Seguro Social de Saltillo sin que sean objeto de supervisión, lo que contrasta fuertemente con las acciones de prevención y atención a la salud que se ofrecen en dicho nosocomio.

Cuentos de personas que diariamente acuden a esa clínica a consulta, para realizarse diversos estudios o porque tienen a algún familiar internado ahí, aprovechan la presencia de estos puestos para calmar el hambre y la sed, sin considerar la posibilidad de enfermar de alguna infección gastrointestinal asociada al consumo de estos alimentos.

Ante las disposiciones institucionales del IMSS que prohíben explícitamente la venta de comida chatarra dentro de sus instalaciones, muchas personas colocan estos puntos de venta frente al acceso principal de la Clínica 2, para aprovechar la gran afluencia de personas que requieren de «echarse un taquito» para hacer la espera más llevadera.

Cabe mencionar que en otras ciudades de la república existen restricciones para la instalación de estos puestos, además de llevarse a cabo de manera permanente la realización de operativos para retirar a este tipo de vendedores ambulantes.

Sin embargo, factores como la falta de tiempo de los familiares de los pacientes para ir a sus casas a consumir alimentos más saludables, y la falta de recursos para acudir a sitios más higiénicos hacen necesario para la población el recurrir a la comida callejera.

En lugares como el Hospital General de Saltillo, donde es más visible la afluencia de personas de escasos recursos y provenientes de las zonas rurales, diversas organizaciones han impulsado iniciativas  consistentes en obsequiar comida,  a quienes esperan a las afueras de esa institución como una muestra de apoyo, sin embargo en un hospital de zona como la Clínica 2 del IMSS, dicha labor resultaría por demás compleja.

De igual manera, la existencia de regulaciones sanitarias como la NOM-251-SSA1-2009 que marca los lineamientos para la manipulación y preparación de alimentos a fin de evitar riesgos a la salud de las personas, son obligatorias para cualquier establecimiento de ese tipo, sin embargo, la supervisión para el cumplimiento de las mismas resulta mucho más difícil en el caso de estos vendedores. (ÁNGEL AGUILAR)