Columna de El Colegio de Economistas de Coahuila, A.C.
Pensiones y cuidados: la doble apuesta de México
Por: Dra. Abdelalí Jussalet Soto Vásquez
México atraviesa una fase demográfica decisiva: el envejecimiento poblacional. Durante décadas disfrutamos del “bono demográfico”, es decir, una mayoría de personas en edad productiva frente a dependientes, lo que impulsó el crecimiento económico. Ese bono concluirá hacia 2028 y abrirá un escenario en el que los adultos mayores tendrán un peso creciente en lo social y en lo fiscal (Saad, 2023).
Frente a este cambio, la economía del cuidado se vuelve estratégica. Este concepto abarca tanto actividades remuneradas como no remuneradas que garantizan el bienestar de personas dependientes: niñas, adultos mayores o personas con discapacidad. Tradicionalmente asumido por mujeres en los hogares y poco reconocido, el cuidado, al profesionalizarse, puede generar empleo formal, innovación y cohesión social (México O.M., 2018).
Actualmente, 17.2 millones de mexicanos tienen 60 años o más, lo que representa casi 13 % de la población (CONAPO, 2025). La tasa de dependencia de adultos mayores ya es de 12 por cada 100 personas en edad de trabajar (González, 2021) y crecerá aceleradamente en las próximas dos décadas. El envejecimiento implica mayor incidencia de enfermedades crónicas y, con ello, la necesidad de servicios médicos especializados y de profesionales en geriatría, fisioterapia y terapia ocupacional. También demandará sistemas de cuidado de largo plazo: atención domiciliaria, centros de día y residencias geriátricas.
Una de cada cuatro personas mayores de 65 años en México depende de otros para realizar actividades cotidianas, la tasa más alta de América Latina (Saad, 2023). La pregunta clave es: ¿cómo financiar la infraestructura de cuidados?
Una opción está en los fondos de pensiones. El sistema de ahorro para el retiro, administrado por las AFORES, ha acumulado activos equivalentes al 14 % del PIB, con rendimientos reales cercanos al 6 % anual (OCDE, 2016). Estos recursos de largo plazo son idóneos para financiar proyectos de infraestructura que combinen rentabilidad y beneficio social.
En 2024, el gobierno anunció la creación de un fondo de pensiones con cuentas inactivas y no reclamadas, estimadas en 40 mil millones de pesos, para complementar pensiones bajas y garantizar beneficios de hasta 17 mil pesos mensuales (Torres, 2024). Aunque esta medida generó debate sobre la propiedad de los recursos, también abre la puerta a esquemas innovadores: invertir parte de estos activos en centros de cuidado, créditos para adaptar viviendas y servicios de salud especializados.
La experiencia internacional demuestra que los fondos de pensiones pueden diversificar sus portafolios con infraestructura social, logrando rendimientos estables (OCDE, 2016). Para México, esto significaría un doble beneficio: seguridad para los ahorros de los trabajadores y construcción de un sistema de cuidados sostenible.
El reto central, sin embargo, es la confianza. Cualquier uso de fondos de pensiones requiere reglas claras, rendición de cuentas y supervisión efectiva. Solo así la ciudadanía aceptará que sus ahorros financien un sector que, además de necesario, puede ser motor de desarrollo.
México aún tiene una ventana de oportunidad. Apostar por la economía del cuidado no es solo una respuesta al envejecimiento: es también un paso hacia la igualdad de género, la formalización laboral y la cohesión social. Si se canalizan los recursos de pensiones hacia infraestructura de cuidados, podremos transformar el desafío demográfico en una oportunidad para construir un modelo de desarrollo más humano, justo e inclusivo.
Referencias bibliográficas
Consejo Nacional de Población (CONAPO, 2025). Proyecciones de población, indicadores demográficos 2025.
González-González. (2021). Dependencia funcional y apoyo para personas mayores de México, 2001-2026. Revista Panamericana de Salud Pública, 45, e71
México, O. M. (2018). El trabajo de cuidados: una cuestión de derechos humanos y políticas públicas. Ciudad de México: México.
OCDE (2016). Reviews of Pension Systems: Mexico. París: OECD Publishing.
Saad, P. M. (2023). El impacto socioeconómico del cambio demográfico: análisis comparativo entre América Latina y el Caribe y la República de Corea. Naciones Unidas Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Torres, Y. (2024). En agosto trabajadores podrán obtener recursos de cuentas inactivas enviadas al Fondo de Pensiones en El Economista.




