¿Y qué es lo que sigue en mi vida?
¡Imagina despertar una mañana con una sensación indescriptible de que algo extraordinario está a punto de suceder en tu vida! Esa sensación de expectativa, el cosquilleo en el estómago que te dice que estás en el umbral de un cambio significativo.
¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que sigue con tu vida? La respuesta podría estar más cerca de lo que crees.
En diversas ocasiones, y sobre todo ante los cambios más significativos, nos podemos encontrar en momentos de incertidumbre, en una encrucijada entretejida por líneas que se cruzan, líneas donde el temor y el deseo de avanzar ocupan el mismo espacio.
Así me encontraba yo, atrapada en un bucle en el cual podía percibir que había sanado muchas cosas y, a la vez, quería saber qué seguía… inmersa en una rutina que no me satisfacía, sintiéndome como un barco a la deriva en el vasto océano de posibilidades.
Y a cada momento resonaba fuertemente esta pregunta en mi mente: “¿y ahora qué sigue?” Fue entonces cuando decidí tomar acción consciente y dar el primer paso hacia la transformación.
El miedo, como compañero fiel después de atravesar una tormenta, muchas veces nubla nuestra visión, ya que, al haber atravesado mares tempestuosos y salir vivos, muchas veces nos paraliza a tomar acción por miedo a no volver a surcar océanos parecidos o transitar situaciones dolorosas adversas… y nos limita, mostrándonos futuros en los cuales podemos volver a sufrir previniéndonos de volver a iniciar la aventura.
El único límite para tus sueños es la barrera que tú mismo creas a través de tus miedos más profundos
Dicen que nuestro más grande sueño se encuentra escondido, justo detrás de nuestros más grandes miedos. Entonces, si sentimos miedo, tal vez sea la señal de que el más grande sueño de nuestra vida está por revelarse. Entonces, será el momento de atravesar esa barrera y descubrir un mundo de posibilidades infinitas.
Recuerdo un momento en especial, cuando uno de mis mentores relataba una historia: una historia sobre una pequeña semilla, que enterrada en lo profundo de la tierra, aún en la oscuridad, creía en su potencial para convertirse en un árbol majestuoso.
Al momento de tomar la decisión de ser árbol, requirió de quebrar su coraza, su cáscara que en algún momento le sirvió de protección y comenzó a germinar. Al principio, todo lo que percibía era oscuridad, tierra y humedad, y comenzó a sentir miedo… y su corazón le dijo: “espera un poco más, y verás cómo puedes ver la luz” … La semilla, asustada, replicaba: “¡pero es que no puedo ver nada!, mejor me quiero regresar, pero mi cáscara ya está quebrada” … y decidió seguir, confiando en la voz de su interior.
Al paso del tiempo, la semilla se asustó porque le comenzó a brotar una especie de chipote, que se extendía cada vez más. Su base comenzó a llenarse de finas hebras, hasta que llegó el momento en que no podía reconocerse a sí misma… y se volvió a asustar. Su corazón, que siempre le acompañaba, seguía susurrándole: “sólo espera un poco más”. Y al verse envuelta en un ciclo que ya no podía revertir, decidió, llena de miedo, continuar en el proceso y seguir el rumbo que un día había decidido trazar para ella.
Y así fue como, con el tiempo y el cuidado adecuado, esa semilla comenzó a crecer más y más, hasta que un día pudo ver la luz… sus finas hebras fueron transformándose en fuertes y profundas raíces y su tallo comenzó a generar hojas, luego comenzó a embarnecerse hasta convertirse en tronco, y pudo alcanzar el cielo… Se convirtió en un símbolo de fortaleza y belleza. En un lugar de cobijo y de nutrición, y de sus frutos salieron muchas semillas más, que crecerían hasta convertirse en un bosque majestuoso.
Y tal vez hoy tú seas esa semilla. Esa semilla que está tomando la decisión de convertirse en árbol pero siente miedo del proceso que desconoce y que no sabe en qué vaya a resultar.
Como coach, te puedo decir que no conozco tu proceso, ya que cada proceso es personal, hecho a la medida. Pero sí puedo establecer con confianza que:
Cada paso consciente que das en dirección a tus sueños es un acto de coraje que redefine quién eres y lo que estás destinado a lograr.
Lo que sí puedo asegurarte es que, cuando tienes un sueño y tienes la posibilidad de diseñar las estrategias para proyectar tu futuro y fortalecer tu presente, puedes tomar responsabilidad de los resultados y encontrar las respuestas dentro de ti, cuando conectas con tu propósito y tus valores de vida.
Al volver a establecer el sentido de tu vida, potencias tu liderazgo, encuentras los recursos, las alianzas estratégicas y comienzas a promover un cambio de mentalidad y de accionar fundamentado en tus valores.
Entonces, te pregunto, ¿estás listo para dar el primer paso? El coaching de vida con PNL ofrece beneficios que van más allá de lo esperado, permitiéndote descubrir nuevos horizontes y alcanzarlos con determinación.
No dejes que el miedo a lo desconocido detenga tu crecimiento. Toma acción ahora y transforma tu vida en la obra maestra que está destinada a ser. Y recuerda que:
Cuando te atreves a mirar dentro de ti y descubres tus verdaderas pasiones, transformas tu vida en un viaje emocionante hacia tus más altos ideales.



