EN EL TINTERO

La contradicción de las políticas restrictivas de Trump

Las cifras no mienten. Tal como lo ha dicho la presidenta Claudia Sheinbaum, los mexicanos y mexicanas que viven en Estados Unidos aportan a la economía de las dos naciones, ya que, de acuerdo con el estudio Datos Rápidos: Latinos en Estados Unidos 2024 del Latino Donor Collaborative (LDC), los connacionales representan 2.06 billones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense, mientras que toda la población latina aporta 3.6 billones de dólares al PIB.

Estas cifras no solo son un recordatorio del impacto económico de los latinos, sino también una poderosa evidencia de que su papel en la economía de Estados Unidos es tan crucial como innegable.

Sin embargo, esta realidad choca de frente con las recientes políticas restrictivas del presidente Donald Trump, quien ha reinstaurado medidas que buscan frenar la inmigración y aumentar las barreras en la frontera. ¿Cómo puede un país que se beneficia tan profundamente del trabajo, el consumo y la creatividad de los latinos –especialmente de los mexicanos– adoptar medidas que deshumanizan y excluyen a quienes sustentan gran parte de su economía?

Trump y su administración justifican estas medidas en nombre de la “seguridad nacional” y la “protección del empleo estadounidense”. Pero, paradójicamente, los latinos no solo representan una fuerza laboral esencial, sino también el grupo más joven y dinámico del país. Entre 2022 y 2030, el 78% de la nueva fuerza laboral estará compuesta por latinos, según el informe. Además, el 49.5% de todas las casas nuevas en Estados Unidos son compradas por latinos. ¿Qué sería del mercado inmobiliario y de las economías locales sin su participación?

Las restricciones migratorias, lejos de proteger, afectan negativamente sectores clave. La agricultura, la construcción, los servicios y la tecnología dependen en gran medida de la mano de obra latina. Sin embargo, políticas como las boyas en el Río Bravo o la instalación de más alambre de púa solo generan miedo y división, obstaculizando el crecimiento económico conjunto.

A pesar de los números, la contribución de los latinos sigue siendo invisibilizada por muchos. Las remesas enviadas desde Estados Unidos, calificadas por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, como “un acto de amor”, son un ejemplo de cómo los mexicanos no solo aportan a la economía estadounidense, sino también sostienen a sus comunidades de origen. En México, estas remesas representan una fuente crucial de ingresos que dinamiza la economía local y mejora la calidad de vida de millones de familias.

Además, el informe destaca que el 4.7 millones de empresas latinas en Estados Unidos generan 800 mil millones de dólares al año. No estamos hablando solo de trabajadores, sino también de empresarios y líderes que impulsan la innovación y el crecimiento económico.

El discurso de Trump ignora una verdad que ni él puede desmentir: las economías de México y Estados Unidos están profundamente interconectadas. Desde el comercio hasta el flujo de capital humano, la relación bilateral es esencial para la prosperidad de ambos países. La presidenta Sheinbaum lo expresó claramente al destacar que los mexicanos no solo son héroes para sus familias, sino también para la economía de Estados Unidos.

Si los latinos fueran una economía independiente, serían la quinta más grande del mundo, superando a países como India y Reino Unido. Esto debería ser un llamado de atención para quienes ven a los migrantes como una carga y no como un motor de desarrollo.

Estados Unidos enfrenta una encrucijada: puede seguir alimentando la retórica del miedo y el aislamiento, o puede reconocer y valorar el papel fundamental de los latinos en su crecimiento económico y social. Más allá de los muros y las políticas restrictivas, el verdadero camino hacia un futuro próspero es la integración, no la exclusión.

 

Autor

Jessica Rosales
Jessica Rosales
Reportera desde enero de 2000. Fundadora de la Agencia de Noticias Digital UNIMEDIOS. Actualmente titular del noticiero Capital Noticias 91.3FM en Saltillo y Coordinadora de Contenidos de Capital Media Coahuila. Escribo la columna “En el tintero” que difunde El Heraldo de Saltillo, La Otra Plana y Capital Coahuila.
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