Nueva Orleans, Estados Unidos.- Un grupo de científicos interesado en los efectos de la cafeína en el cuerpo humano quiso determinar si el momento del día en que se bebe café tiene algún impacto en la salud en general. Como resultado, lograron identificar cuándo es más conveniente consumirlo y así disminuir sus efectos negativos.
Según su investigación, publicada en la última edición del semanario médico ‘European Heart Journal’, beberlo en las mañanas puede estar “más fuertemente asociado” con un menor riesgo de mortalidad que si se bebiera más tarde en el día. Asimismo, la investigación, a cargo del doctor Lu Qi, de la Universidad de Tulane, también determinó que las personas que recurren a dicha práctica están protegiendo su corazón, ya que corren un menor riesgo de morir de enfermedades cardiovasculares, subraya en una nota de prensa la Sociedad Europea de Cardiología.
Según un análisis basado en los hábitos alimentarios de 40 mil 725 adultos entre 1999 y 2018, quienes bebían café por la mañana tenían un 16 por ciento menos de probabilidades de morir por cualquier causa y un 31 por ciento menos de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares durante un período de seguimiento de diez años.
“Este es el primer estudio que prueba los patrones de horarios de consumo de café y los resultados de salud. Nuestros hallazgos indican que no solo importa si bebes café o cuánto bebes, sino también el momento del día en que lo haces. Normalmente no damos consejos sobre horarios en nuestras guías dietéticas, pero tal vez deberíamos pensar en esto en el futuro”, comentó Qi.
El café es considerado un producto básico de los más populares entre las personas, con un estimado de mil millones de consumidores en el mundo. Para muchos es imprescindible en su diario vivir y su principal ingrediente, la cafeína, actúa de forma positiva en el cerebro, fomentando la concentración y mejorando el estado de alerta, el ánimo y el bienestar. Incluso, se ha demostrado que reduce el riesgo de depresión, y algunas otras enfermedades.
Consumirlo en la mañana es importante porque, normalmente aumenta nuestra actividad simpática, que se desvanece durante el día y alcanza su nivel más bajo durante el sueño. En este contexto, y como señalan los autores del estudio, es posible que tomarlo por la tarde o por la noche altere los ritmos circadianos y hormonas como la melatonina, que regula el sueño. Esta situación puede provocar un aumento de la inflamación y la presión arterial, lo que eleva los riesgos cardiovasculares. (EL HERALDO)
https://academic.oup.com/eurheartj/advance-article/doi/10.1093/eurheartj/ehae871/7928425
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