Existe un tema que parece generar más preguntas que respuestas, y que pareciera ser una constante preocupación en la mayoría de las personas: el dinero.
A menudo, la mayoría de los problemas en las finanzas personales son resultado de los aprendizajes que hemos adquirido desde la infancia, lo que conforma nuestra postura inconsciente frente a este maravilloso recurso.
Esta postura puede llevarnos a retener con miedo el dinero o a tenerlo, a perderlo, o a disfrutarlo de manera errática y utilizarlo de forma inadecuada. Pero, ¿sabías que estos patrones no son inevitables?
Nuestro sistema de creencias conforma varios tipos de personalidad frente al dinero, entre los cuales se encuentran:
El Controlador: este perfil incluye a los acaparadores, a los derrochadores y a las personas adictas a ganar dinero. La mayoría de sus pensamientos diarios van en torno a él. Su fortaleza reside en su capacidad para crear una sensación de seguridad. Sin embargo, tienen la tendencia a esconderse de la vida, agotando su energía sin avanzar.
Otro perfil incluye al Indiferente: estas personas prefieren no hablar de dinero y tienden a dejar las decisiones financieras en manos de otros. El miedo a la carencia le hace desviar su atención hacia su estabilidad económica y delegarla a otros, incluso a Dios. Su fortaleza radica en su confianza en que la vida va a bien, pero, hay que tener cuidado en reconocer si, dentro de esa confianza, no está escondido un miedo más profundo o una culpa a tener más que otros y que provoque una falta de atención que pudiera generar complicaciones si pierden ese apoyo.
Por otra parte, tenemos al Temeroso: incluye a los ahorradores-derrochadores, a los hippies, a los apostadores y a los aprensivos. Aunque muchos de ellos tienen la capacidad de prever problemas antes de que ocurran, su miedo a actuar puede paralizarlos, llevándolos a sentir culpa o vergüenza respecto al dinero.
Reflexionar sobre esto es crucial, ya que puedes potenciar tus fortalezas y trabajar en tus debilidades. A través del coaching, podemos identificar las creencias que te mantienen en un perfil específico y establecer un plan de acción que transformará tus hábitos, permitiéndote vivir una vida financiera más sana y equilibrada.
Hasta el 95% de nuestros resultados en aspectos claves de la vida: salud, dinero y amor, son producto de nuestras decisiones inconscientes, y éstas, a su vez, son resultado de nuestro sistema de creencias.
Al obtener resultados que no esperábamos, nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Por qué me cuesta ser más disciplinado para cambiar mis hábitos? ¿Por qué no puedo lograr la estabilidad financiera que deseo? ¿Por qué, a pesar de saberlo, me cuesta dejar relaciones que no me benefician?
La respuesta a estas preguntas se encuentra en lo que persiste en nuestra mente, en nuestro subconsciente a manera de creencias que pueden estar influenciando nuestras decisiones.
Estas creencias pueden ser adquiridas a través del sistema familiar, social o cultural. Estas creencias compartidas limitan nuestra capacidad de pensar fuera de la caja, de ver un futuro más prometedor y pensar que lo que vivimos es a causa del destino. Esto puede llevarnos a tener una visión reducida de lo que es posible, impidiendo que exploremos nuevas oportunidades y enfoques que podrían transformar nuestras vidas.
Recuerda que la libertad máxima se encuentra en la capacidad de poder pensar y de elegir nuestros pensamientos. Entonces, ¿qué te impide creer que algo mejor y diferente está ahí para ti?
Imagina por un momento cómo sería liberarte de las ataduras mentales y emocionales que nublan tu visión. ¿Cómo cambiarían tus decisiones? ¿Cómo influiría eso en tus propósitos y metas? En el coaching, descubrimos y desafiamos esas creencias limitantes, permitiéndonos reprogramar nuestra mente hacia el éxito, la salud y el amor.
Te invito a dar el primer paso hacia esta transformación. Toma la decisión de aprender a gestionar tu sistema de creencias, que te brindará las estrategias y herramientas necesarias para romper con los patrones que te han mantenido estancado y limitado.
Actúa ahora y elige liberarte de esas creencias limitantes que no te permiten avanzar. Recuerda: tu futuro está en tus manos y tus decisiones pueden abrirte las puertas a una vida plena y satisfactoria. ¡Es momento de crear la vida que realmente mereces!
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