El ciclón Chido ha dejado a más de 90 mil niños afectados en Mozambique

Foto: © UNICEF/Guy Taylor

El fondo para la infancia advierte que miles de viviendas han sido destruidas en Cabo Delgado, una provincia sumida en un conflicto desde hace siete años. La agencia teme la propagación de enfermedades transmitidas por el agua y los desplazamientos a gran escala.

Ginebra, Suiza.- Los fuertes vientos y lluvias del ciclón Chido han afectado a más de 190 mil personas en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, después de que la tormenta tocara tierra el domingo, informaron este martes agencias de las Naciones Unidas.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el número de niños afectados alcanza los 90 mil y unas 35 mil viviendas han sido dañadas o destruidas. Al menos 186 aulas y 20 instalaciones sanitarias han sufrido daños.

“Mozambique está considerado uno de los países más afectados del mundo por el cambio climático y los niños ya estaban sufriendo varias situaciones de emergencia potencialmente mortales antes del ciclón Chido, como conflictos, sequías y brotes de enfermedades”, dijo la representante de la agencia en Mozambique, Mary Louise Eagleton.

El ciclón golpea tras siete años de conflicto

El ciclón Chido golpeó cerca de la ciudad de Pemba, en la provincia de Cabo Delgado, al norte del país, volando tejados, dañando la infraestructura civil y arrasando los sistemas de electricidad y comunicaciones.

Cabo Delgado ha sufrido al menos siete años de brutal conflicto, que ha provocado el desplazamiento interno de más de 1.3 millones de personas, el 80% de ellas mujeres y niños.

El ciclón también arrasó las provincias de Nampula y Niassa, dejando a más de 25 mil familias sin electricidad y dañando dos instalaciones de agua. En una región que ya lucha contra un brote de cólera, la última devastación crea una ominosa probabilidad de que el brote se deteriore aún más, indicó UNICEF.

El organismo estima que casi 3.3 millones de personas se encuentren en situación de “crisis” o de mayor inseguridad alimentaria en Mozambique el próximo año debido al impacto de El Niño.

Mientras tanto, los patrones meteorológicos de La Niña pueden agravar las condiciones en 2025. En la actualidad, aproximadamente 4.8 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en el país, de los cuales 3.4 millones son niños.

En la última década, las perturbaciones climáticas han intensificado las condiciones meteorológicas extremas en África oriental y meridional. Los ciclones que arrasan comunidades, como Chido, son cada vez más frecuentes. El ciclón Freddy, por ejemplo, asoló Mozambique en 2023.

A medida que el coste, la escala y la complejidad de los cambios climáticos siguen aumentando en la región, UNICEF continúa ayudando a los niños y a las comunidades vulnerables a hacer frente a las cambiantes pautas de las perturbaciones.

La oficina de la agencia en Mozambique necesita urgentemente 10 millones de dólares para responder a las múltiples emergencias causadas por la devastación del ciclón Chido.

Foto: © UNICEF/Guy Taylor

Anticipación al desastre

Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) subrayó la importancia de las alertas tempranas.

Antes de la tormenta, el organismo y sus socios distribuyeron artículos de emergencia y ayudaron al Gobierno a difundir ampliamente mensajes de preparación para desastres en todas las provincias afectadas a través de la televisión, la radio, WhatsApp y la línea directa, ayudando a los comités locales de gestión a priorizar el apoyo a los grupos vulnerables.

En Nampula, los más de 8 mil refugiados, principalmente de la República Democrática del Congo y Burundi, que residen en el campamento de Maratane sufrieron daños mínimos, lo que sugiere que los recientes esfuerzos para construir viviendas resistentes al clima fueron eficaces, según ACNUR.

La agencia indicó que el ciclón también causó importantes estragos en Mayotte, territorio francés de ultramar, con el resultado de víctimas mortales, daños en las infraestructuras y un aumento de los riesgos para las comunidades vulnerables, incluidos los solicitantes de asilo y los refugiados.

En el sur de Malawi, la tormenta trajo fuertes vientos y lluvias que provocaron la destrucción de casas e infraestructuras en varias zonas. ACNUR ha facilitado kits de refugio para apoyar la respuesta dirigida por el Gobierno.

La agencia teme que este ciclón pueda marcar el inicio de una estación de lluvias intensa y destructiva, que históricamente ha causado graves inundaciones a la región.

Las comunidades desplazadas y sus anfitriones, que ya están luchando por recuperarse, se enfrentan ahora a mayores riesgos de nuevos desplazamientos y pérdidas, lo que pone de manifiesto una vez más que los efectos del clima siguen golpeando con más dureza a los más vulnerables, lamentó la agencia. (ONU NOTICIAS)

Autor

Agencias