ENTRE LA MANZANA Y LA FLECHA: LA HISTORIA Y LA LEYENDA

Probablemente en más de una ocasión, al ver alguna escena donde corren caballos, has escuchado un fondo musical muy peculiar y conocido, que está tomado de la obertura de la ópera “Guillermo Tell”, compuesta por el compositor italiano Gioachino Rossini. Creo que también es familiar, la imagen del niño con la manzana en la cabeza y ésta, atravesada por una flecha lanzada por una ballesta. Pero Guillermo Tell, ¿Es historia o es una leyenda?

A finales del siglo XIII, una poderosa familia estaba surgiendo y empezaba a extender sus dominios e influencia por el centro de Europa: los Habsburgo. Dicha dinastía se asentó en Austria y desde ahí comenzó a tomar el control de los pequeños estados que rodeaban sus dominios, en el año de 1291 los cantones de Uri, Schwyz y Unterwalden se unieron y se juraron lealtad y ayuda mutua para defenderse en caso de un ataque de parte de Austria y de sus aliados. Este sería el origen de Suiza.

La historia de Guillermo Tell es mencionada por primera vez en una colección de manuscritos conocidos como el Libro Blanco de Sarnen, que data de 1470. Se narra que ante esta rebelión los alguaciles de los Habsburgo se lanzaron a perseguir a los sublevados, uno de estos alguaciles era Hermann Gessler, que colocó su sobrero en un poste de la plaza de Altdorf (capital de Uri) y decretó que cualquiera que pasara frente a su sombrero debía de inclinarse ante él como signo de sumisión. Un 18 de noviembre de 1307, pasó Guillermo Tell frente al sombrero y a pesar de conocer el decreto y de que arriesgaba su vida, no se inclinó.

Gessler lo mandó llamar, y quiso dar una lección a todo aquel que se revelara. Sabiendo que Guillermo Tell era conocido por su gran puntería con la ballesta, le ofreció una unica salida a la pena de muerte: que atravesara una manzana colocada en la cabeza de su hijo. Guillermo llegó con dos flechas; y a su hijo, puesto de pie a la distancia señalada, se le colocó la manzana en la cabeza, Tell apuntó y disparó con su ballesta, acertando a la manzana partiéndola y sin dañar un solo cabello de la cabeza del muchaco. Gessler, asombrado de la habilidad de Tell, se da cuenta que este traía dos flechas y le pide una explicación, a lo que le respondió: “Si la primera flecha hubiera alcanzado a mi hijo, habría utilizado la segunda para dispararte al corazón”.

Aquí no termina la narración de las hazañas de Guillermo Tell, y aunque de discute la veracidad de los hechos, pues su autenticidad es muy dudosa, ya que las investigaciones históricas no demuestran que Guillermo Tell realmente haya existido, ni que este hecho haya ocurrido; para los suizos, Guillermo Tell es un símbolo que representa al pueblo y el respeto a la autoridad, pero también la capacidad y el derecho que tiene el pueblo de luchar cuando esa autoridad es injusta. La historia de Gullermo Tell es uno de los mitos que rodean la creación de la Confederación Helvética, es un personaje emblemático de Suiza, pues en varios lugares de este país, hay monumentos dedicados a él, y desde entonces se le considera la personificación de la valentía, pues sólo los valientes son capaces de desafiar a los tiranos.

La historia o leyenda de Guillermo Tell inspiró a los revolucionarios franceses de finales del siglo XVIII, y a los románticos del inicios del siglo XIX; también a los italianos que veían en Austria al tirano que sometía la libertad de los pueblos. Pero es oportuno señalar que los gobiernos emanados por Austria eran de los más honestos y menos corruptos hasta ahora conocidos. No se puede decir lo mismo de otros países (incluidos Francia e Italia), donde la gente cansada por la corrupción y la tiranía, quitan a unos para poner a otros peores. Para comprobar esto basta con dar un viraje a la “Época del Terror en Francia”, y preguntarse ¿Porqué los estados italianos que pertenecían a Austria no querían independizarse de esta y formar parte de Italia. Desafortunadamente un pueblo que se corrompe pasa de tirano en tirano sin darse cuenta.

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El Heraldo de Saltillo
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