OPINIÓN

EL PATITO FEO: UNA HISTORIAL INMORTAL

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10 noviembre, 2024

El 11 de noviembre de 1843, salió publicado por primera vez, uno de los cuentos más populares de todos los tiempos: “El Patito Feo”. Su autor es Hans Christian Andersen, que escribió varios de los más entrañables cuentos que se siguen adaptando y gustando al público de varias generaciones. Tal vez sea el Patito Feo su cuento más famoso, pues a lo largo de los años, no solo se sigue editando en historietas, también ha sido llevado al cine y a la televisión. Hasta un musical se ha inspirado en este cuento, y a proporcionado la base a muchas historias donde el protagonista principal, después de ser objeto de burlas y desprecios experimenta una transformación y cambia por completo su situación anterior.

La trama de la historia es muy sencilla y simple: Un huevo de cisne cae por accidente en un nido de patos, el huevo se empolla y eclosiona con el resto de los demás huevos. Como el polluelo era diferente a los demás, desentona y por lo tanto es rechazado y ridiculizado. Es herido y lastimado. Pero al pasar el tiempo, crece y se transforma en un hermoso cisne, causando la admiración de los que antes lo rechazaban. El momento clave, es cuando el patito ve su imagen reflejada en el charco de agua que le muestra que ahora es un hermoso Cisne.

Esta entrañable historia es usada como una metáfora para explicar el cambio de vida, o el paso a la vida adulta, y también como una enseñanza a respetar y valorar a los que son diferentes. Para algunos críticos, “El Patito Feo” es el que más representa a su autor, o, mejor dicho, donde mejor se proyectó, pues el mismo Andersen no era muy agraciado físicamente.

Andersen pasó una temporada en el Reino Unido, donde conoció y entabló una amistad con Charles Dickens, quedando impresionado por el realismo de sus obras. Andersen, para poder enfrentarse a su propia realidad, mezcló realidad y fantasía; de allí surgieron sus historias que muestran un equilibrio entre la realidad y la fantasía. La fantasía fue la salida a una realidad que le causaba dolor: la vida siempre le negó un amor correspondido. Era un buscador del amor, corrió tras él, lo persiguió, pero nunca lo alcanzó. Según el parecer de los que han escrito sobre Andersen, cuando buscaba establecer una relación sentimental de pareja, siempre tuvo el mismo resultado: una simple amistad.

Pero volviendo a la trama de nuestro cuento, algunos comentan que el huevo perdido y caído en un nido distinto, es una referencia a los verdaderos orígenes de Andersen, y en la descripción que hace del sufrimiento y el rechazo del patito, reflejan el dolor que él siempre sintió en su niñez y adolescencia por su propia apariencia física. Es también una denuncia a una sociedad que valora y vive de las apariencias y no toma en cuenta lo que hay en el interior de la persona. Y el patito creció y se transformó, Andersen tuvo que crecer mentalmente, y allí la imagen reflejada en el agua del charco.

La historia cambia cuando el patito crece, se ve así mismo y se hace consciente de quién es realmente. Él tuvo que ser el primero en reconocerse, valorarse y aceptarse. Sólo así el patito, pudo sanar su herida de la niñez y emprender el vuelo hacia las alturas que los cisnes pueden hacer y los patos no. Por el contrario, Andersen nunca llegó a “convertirse en un cisne”; pues a pesar de que sus historias eran recibidas con entusiasmo, no logró ser amado como él tanto lo quería y necesitaba. Andersen a pesar de todo es realista, el “patito” es en realidad un polluelo de cisne, de allí la importancia de verse realmente tal cual es, pues uno de los distintivos de la gente madura, es saberse reconocer en sus límites y potencialidades reales.

¿Qué tanto Andersen pudo superar la herida del rechazo? No lo sé, pero la historia es una invitación a liberarse de complejos, creados por las cicatrices que dejaron las diferentes heridas que, sufridas en la niñez, complejos que generan miedos, miedos que atan, paralizan, e impiden levantar el vuelo a las alturas a las que el corazón siempre aspira.