Múnich, Alemania.- Un estudio alemán, publicado en la revista médica ‘European Heart Journal’, reveló que el consumo excesivo de alcohol aumenta las probabilidades de arritmias en jóvenes sanos señalando que los efectos se intensifican tras una borrachera, con riesgos de hasta bloqueo cardíaco.
El estudio realizado por cardiólogos del Hospital Universitario Ludwig-Maximilians en Múnich, monitoreó durante 48 horas el ritmo cardíaco de 202 jóvenes antes, durante y después de beber en exceso. Los datos muestran que más del 5 por ciento de los participantes sufrieron arritmias importantes en la fase de recuperación, mientras que otros desarrollaron taquicardias de más de 100 latidos por minuto durante la fiesta.
Equipados con monitores de electrocardiograma (ECG) portátiles, los asistentes fueron monitoreados en tres fases distintas: antes del consumo (hora 0), durante el período de ingesta (entre la hora 1 y la hora 5) y en la fase de recuperación posterior a la fiesta (hora 6 a hora 19).
A diferencia de investigaciones anteriores, que solo capturaban un instante mediante un único electrocardiograma, este seguimiento continuo de 48 horas permitió una visión más detallada de los efectos temporales del alcohol en el ritmo cardíaco.
Entre las alteraciones cardíacas registradas, se detectan casos de fibrilación auricular y taquicardia ventricular. La fibrilación auricular, un ritmo anormal en las cámaras superiores del corazón (aurículas), fue observada en 10 participantes y se caracterizó por latidos rápidos e irregulares.
Además, el estudio reportó episodios de bloqueo cardíaco, donde las señales eléctricas que regulan el ritmo del corazón sufren interferencias.
Una mujer de 29 años experimentó un bloqueo cardíaco de tercer grado, es decir, una interrupción completa en la transmisión de estas señales, lo que generó una pausa de 15.4 segundos en su frecuencia cardíaca.
Si bien este tipo de bloqueos son raros en individuos sanos, el estudio sugiere que el consumo excesivo de alcohol puede desencadenar efectos cardíacos graves en personas sin antecedentes de problemas de salud.
El estudio alemán también plantea la necesidad de investigar las repercusiones a largo plazo del consumo excesivo de alcohol sobre el corazón. Se observó que el alcohol actúa sobre el sistema nervioso autónomo, aumentando el estrés cardíaco y la frecuencia de los latidos.
Esta sobrecarga en el ritmo cardíaco, aunque sea temporal, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas cardiovasculares con el tiempo. Sin embargo, la ciencia aún debe profundizar en las posibles consecuencias de este tipo de consumo repetitivo, en especial en personas jóvenes que podrían no experimentar síntomas inmediatos.
La investigación también confirma el denominado ‘síndrome del corazón de vacaciones’, una condición en la que personas sanas desarrollan arritmias tras episodios de consumo intenso de alcohol, especialmente en contextos festivos.
Este síndrome es un recordatorio de que el corazón puede resentir los efectos de una noche de excesos, y es una advertencia para moderar el consumo de alcohol. (AGENCIA REFORMA)
https://academic.oup.com/eurheartj/advancearticle/doi/10.1093/eurheartj/ehae695/7809582?login=false
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