En el Sexto Congreso de Bioética, cuyo tema fue “Eutanasia: por el derecho a morir dignamente”, Jennifer Hincapie Sanchez, Samuel Ponce de León Rosales y Patricio Santillán Doherty comentaron al respecto
Ciudad de México.- La eutanasia es un tema que atañe al campo de la bioética, brinda los fundamentos para los derechos humanos y abarca la autonomía individual, el sufrimiento, la dignidad y el papel de las instituciones médicas al final de la vida.
La directora del Programa Universitario de Bioética (PUB) de la UNAM, Jennifer Hincapie Sanchez, subrayó lo anterior y agregó: la discusión sobre este tema no es nueva, pero ha cobrado relevancia en los últimos años con el avance de las tecnologías médicas y el reconocimiento de las garantías individuales.
“Se trata de una noción que apela directamente a la capacidad de los individuos de decidir sobre el curso de sus vidas, incluso en los momentos más difíciles y vulnerables”, destacó.
Durante los trabajos del Sexto Congreso de Bioética, dedicado al tema “Eutanasia: por el derecho a morir dignamente”; organizado en ocasión del Seminario Permanente de Bioética por el Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) y el PUB, la doctora en Filosofía dijo:
Ha sido una preocupación desde tiempos remotos y, sin embargo, las interpretaciones de este derecho han estado influenciadas por factores culturales, religiosos y sociales.
“En las civilizaciones antiguas, la muerte era frecuentemente vista como una transición natural ante la que las intervenciones médicas eran limitadas. Con el tiempo y el auge de la ciencia médica se abrió la posibilidad de prolongar la vida más allá de lo que la naturaleza podría permitir, dato que se puede confirmar con el incremento de la expectativa de vida a nivel global y los múltiples avances de las ciencias biomédicas”, indicó.
A medida que el progreso nos ha permitido enfrentar enfermedades que hace menos de 100 años eran incurables (como padecimientos renales y cardiacos, entre otros), en la actualidad estos males nos enfrentan a dilemas éticos fundamentales, como la capacidad de prolongar la vida con respiradores artificiales, alimentación e hidratación asistida o tratamientos invasivos.
“Estas decisiones plantean la pregunta: ¿Es siempre deseable prolongar la vida, incluso cuando el sufrimiento es intolerable o la calidad de vida ha desparecido?”, es una pregunta que se constituye en el eje transversal de la bioética moderna laica y también de este Congreso.
Al hacer uso de la palabra, el titular del PUIREE, Samuel Ponce de León Rosales, comentó que el tema de morir dignamente es de la mayor importancia, especialmente en lo individual.
“En el debate se hace la pregunta de si la eutanasia o muerte digna debería ser un derecho humano. Hay una amplia discusión sobre este asunto, con puntos de vista muy diversos que debemos seguir analizando”, consideró.
En su oportunidad, el Comisionado Nacional de Bioética, Patricio Santillán Doherty, resaltó el convenio de colaboración entre el PUIREE y el organismo que dirige con respecto a tópicos delicados, como la pandemia de la COVID-19 que generó diversos dilemas éticos ante los que debemos saber cómo actuar en el futuro. (UNAM)
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