Facultad de Medicina UA de C: 50 años de historia 

La institución que actualmente encabeza Jesús Ángel Padilla Gámez, su director, cumple en octubre medio siglo de su fundación 

El 7 de octubre de 1974 nació la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C) Unidad Saltillo, gracias al impulso de médicos como Juan Gallart, Raúl Rodea Rico, Hexiquio Gómez Ambriz y Fortunato Rodríguez, por citar algunos, quienes expusieron ante el entonces rector Melchor De los Santos Ordóñez, la necesidad de contar en la capital de Coahuila con una institución formadora de profesionales de la salud.

Fue justamente De los Santos Ordóñez quien solicitó al gobernador Eulalio Gutiérrez Treviño el apoyo para dar marcha a este importante proyecto que trascendería como una de las 10 mejores facultades de México donde se imparte la carrera de Medicina.

“Él hace eco de esta necesidad, la apoya; hay que decir que fue el primer electo de la Universidad, y se abocan a buscar el apoyo del señor gobernador, el ingeniero Eulalio Gutiérrez Treviño, a quien la Facultad guarda especial afecto y respeto, dado que fue el principal porque hizo eco de las necesidades planteadas por este grupo de médicos visionarios”, compartió con El Heraldo de Saltillo, Jesús Ángel Padilla Gámez, actual director del plantel.

«Se reúnen a trabajar en el área de Asuntos Académicos y acuerdan la apertura de la misma, la inauguración de la misma, el día 7 de octubre de 1974», abundó.

MEDICINA HASTA EN LOS ÁRBOLES 

Tras contar con el respaldo del mandatario coahuilense y luego de un arduo proceso de planeación en torno a su currícula y ejes de enseñanza, la Facultad surgió. No obstante, en su inicio, no contaba con un edificio propio para su vocación.

Fue así que sus primeros alumnos se convirtieron en huéspedes de la Escuela de Enfermería y del Hospital Universitario de Saltillo. Padilla Gámez narra que incluso utilizaban las ramas de árboles que estaban en el jardín del nosocomio como aditamentos para tomar sus lecciones.

“Es importante señalar que en aquel tiempo no se contaba con aulas, se inició en donde ahora es la administración del Hospital Universitario y se tomaban clases en aulas prestadas de la Escuela de Enfermería. Hay anécdotas entre los alumnos que las clínicas las hacían colgando los frascos de suero de los árboles del jardín posterior al Hospital Universitario, en las escaleras del Hospital Universitario nos tocó recibir algunas clases de los maestros”, contó el también egresado.

Incluso una parte del edificio que actualmente alberga a Aguas de Saltillo, sobre la Calzada Francisco I. Madero, también fungió como aula para la Facultad de Medicina. Esto cambió gracias al apoyo del presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, y del gobernador de Coahuila, Oscar Flores Tapia, se comenzaron a edificar sus actuales instalaciones, en la calle de Murguía, Zona Centro, mismas que se inauguraron en 1976.

“Aprovechando la visita del presidente Luis Echeverría Álvarez, cuando se inauguraría la Unidad Camporredondo con el gobernador Oscar Flores Tapia, el doctor Exiquio con un grupo de alumnos le plantea al presidente que no se tienen salones, consultorios, biblioteca, nada. Se admira el señor presidente de que se esté trabajando a pesar de tantas desventajas y pide que una comisión los invita a Los Pinos a un desayuno en el que se acordó la edificación de lo que hoy es nuestro edificio», rememoró.

«Es un edificio modesto, del cual nos sentimos muy orgullosos. Es, en área física, la escuela de medicina más pequeña del país, pero tenemos el orgullo de que nos encontramos siendo parte de las principales y mejores escuelas de medicina del país», añadió.

CRECER PARA TRASCENDER

Reconoció el apoyo de los rectores de la UA de C a lo largo de la historia de Medicina y destacó puntualmente el obtenido por el rector vigente, Octavio Pimentel Martínez, mismo que se ha traducido en el crecimiento en infraestructura del espacio que alberga a la Facultad. Aulas dotadas de equipo de cómputo, una nueva aula de enseñanza, la creación de la Infoteca de la Salud y el acondicionamiento de un centro audiovisual y auditorio en forma, son prueba de ello, asegura.

«Se ha estado creciendo gracias a las administraciones rectorales y muy sólidamente del actual rector, de tal forma que esto nos llevó a que estemos festejando el 50 aniversario de una manera muy alegre, muy satisfechos y muy agradecidos, sobre todo muy agradecidos con las personas que entregaron su vida para enseñar el arte de la medicina», indicó.

«Tenemos un gran orgullo de ser saltillenses y queremos que toda nuestra ciudad esté orgullosa de esta Facultad, aquí se trabaja con nobleza, maestros reconocidos en el ámbito privado, en el ejercicio de su profesión, destinan parte de su tiempo para venir a compartir conocimiento», concluyó.

HONRAR CON LA ENSEÑANZA

Egresado de generación 18, Mario Alberto Valdés Dávila, ahora docente de la materia de Propedéutica Clínica, considera que dentro del ADN de cada médico que egresa de la institución se encuentra la añoranza de regresar como docente a contribuir con la formación de más profesionistas en esta área.

«Es algo que se inculca desde que uno está de estudiante, el querer regresar a enseñar, a dar clases en la escuela, el cariño de la escuela, el estar apoyando y muchos de los alumnos regresan a dar clase; puedo decir que más del 50 por ciento de la plantilla docente son ex alumnos», comentó.

Señala que en 50 años de historia se ha perdido la cuenta de quienes se han titulado o especializado en la Facultad, pero sabe que son cientos de médicos, siendo muchos de ellos miembros de una Fundación que ayuda con becas y materiales a alumnos en situación económica vulnerable para que puedan continuar con sus estudios.

«Muchos egresados, médicos especialistas. A lo largo de los años ha cambiado, en un principio ingresaban 15 o 20 alumnos, después subió a 35, después a 70; ahorita ingresan 90 alumnos por año, van 46 generaciones», dijo.  (OMAR SOTO)

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El Heraldo de Saltillo
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