ESCOGE TUS PALABRAS, PORQUE PUEDEN CONVERTIRSE EN SENTENCIAS

Todos tenemos una pequeña vocecita interior que nos susurra a cada momento. Esa voz es la voz de nuestra consciencia. Y no me refiero a la consciencia que aprendemos en las diferentes religiones, sino de la voz que emana de la programación que tenemos en nuestra mente subconsciente y que, a través de ella, nos lanza juicios de valor respecto a lo que percibimos, a lo que somos o a lo que vemos en los demás. Esta pequeña voz es llamada DIÁLOGO INTERNO.

Este diálogo interno provoca una emoción al instante y, dependiendo de la calidad de esa emoción, la mente generará el estado interno que nos permita motivarnos y sentirnos seguros y poderosos, o nos llenará de desconfianza, de inseguridad y nos des empoderará.

En la Programación Neurolingüística reconocemos que, cuando unimos una creencia con una emoción, provocamos que nuestra mente subconsciente encuentre EVIDENCIAS de que todo lo que creemos es verdad. Entonces, arrancará los mecanismos de acción para que esa sentencia que acabamos de promulgar se haga realidad y concuerde con lo que estamos creyendo.

En diversas ocasiones, el diálogo interno te puede decir que tú o que algo que ves afuera es “bueno” o “acertado”, y en otras, que algo es “inadecuado”, “insuficiente” o incluso “tonto”.

Cuando tu diálogo interno expresa que: “esto no es bueno”, “no se va a poder”, “te vas a equivocar”, “no tienes lo que se requiere”, “con esa persona no se puede”, o “no tiene sentido luchar por lo que quieres”, aunque desees con todo tu corazón lograr algo, no vas a poder hacerlo, ya que esa voz dictó una sentencia previa que se llegará a cumplir.

En cambio, cuando te dice que: “vale la pena intentarlo”, que “eres suficiente”, que “lo vas a lograr”, y que “si alguien pudo, tú también puedes” … También se produce una declaración del resultado que vas a obtener y que se llegará a cumplir.

Entonces, conociendo esto, te pregunto: ¿qué pasaría si, en vez de hacerle caso a la voz desempoderante, cambiaras tu atención al resultado que quieres lograr?

Al hacer esto, puedes identificar las creencias que tienes acerca de la situación o de ti mismo. Y, de ese modo, puedes transformar lo que ASUMES sin haberlo conocido o experimentado. Te darás cuenta, entonces, que toda AFIRMACIÓN se basa en un juicio previo y que tú tienes el poder de dictaminar la sentencia y el resultado que sea más conveniente para ti.

¿Qué puedes hacer ante un diálogo interno negativo?

Mi primera recomendación es: ante ese diálogo, PARA. Haz un alto… Luego, cambia el enfoque buscando lo positivo, una alternativa diferente.

Después, conecta con las fortalezas, tanto tuyas como de la situación, recordando todas las veces en que sí has tenido éxito. Conéctate con las emociones poderosas que te producen esos recuerdos. De este modo cambiarás tu estado emocional por uno más adecuado que te permita encontrar respuestas y soluciones.

Recuerda que una percepción es solo un pensamiento, no la realidad completa… es solamente un punto de vista. Y existen muchos puntos de vista mucho más poderosos que puedes utilizar.

En este día te invito a que transformes tu perspectiva. Analiza, tanto lo positivo como lo negativo, ya que eso te permitirá ser realista. Pero recuerda que, para ser realista, no hay necesidad de ser fatalista. Simplemente requieres observar todo el abanico de posibilidades para poder decidir con más sabiduría. Recuerda que tu impulso no depende de la situación, sólo depende de ti y de si decides asumir la responsabilidad de lograr lo que deseas.

Y ante un diálogo negativo, pregúntate: ¿por qué esto que me estoy contando es una mentira? Te permitirá encontrar otro enfoque y liderar la situación.

 “Jamás declares una derrota antes de ir a la guerra”.

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