CON LA SEGURIDAD NO

Con la seguridad no se juega. Un grueso de la población en México no está de acuerdo con el discurso abrazos y no balazos, discurso que sin duda ya se va.
Si hay algo que arma los pilares de una sociedad es la seguridad. De ahí se desencadena todo: educación, empleo, calidad de vida, estabilidad.

Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2024 nos dice que: En 2023 el 27.5 % de los hogares en México tuvo, al menos, una o uno de sus integrantes como víctima del delito.
Hubo 21.9 millones de víctimas de 18 años y más. La tasa de prevalencia delictiva fue de 23 mil 323 víctimas por cada 100 mil habitantes, cifra superior al año anterior.

Los delitos más frecuentes fueron fraude, robo o asalto en calle o transporte público y extorsión.

Los estados con mayor prevalencia delictiva en hombres fueron Ciudad de México y Aguascalientes, y en mujeres Estado de México y Aguascalientes. En contraste, la menor prevalencia delictiva en hombres se registró en Oaxaca y en Michoacán; en mujeres, en Chiapas y Oaxaca.

Los porcentajes más altos de percepción de inseguridad pública se presentaron en Morelos con 90.1%; Guanajuato con 87.5%, y en Zacatecas con 87.4%. Por el contrario, las entidades con los porcentajes más bajos fueron: Baja California Sur, con 30.1%; Yucatán, con 30.6 %, y Coahuila, con 37.6%.

Esto posiciona a Coahuila en el tercer lugar a nivel nacional en estado seguros y el primero del norte del país.

Trabajo que le ha costado años a Coahuila, a sus autoridades, a los elementos de las corporaciones del estado y también al trabajo de la SEDENA, la Marina y la Guardia Nacional, así como también a la participación ciudadana que denuncia, que confía en sus policías, que abona por tener un estado seguro, a diferencia de otros tantos.

Por ahí dicen ¿que es lo peor que tiene Coahuila en seguridad? Y la respuesta es: sus vecinos Nuevo Leon, Tamaulipas, Zacatecas, Durango, Chihuahua y San Luis Potosí, que viven días aciagos en el tema de la seguridad y el crimen organizado.

Para continuar manteniendo a Coahuila en ese oasis de seguridad del norte de México, es imperativo trabajar por seguir manteniendo y mejorando la seguridad en todo el estado. La organización de seguridad existe, la coordinación de los tres órdenes de gobierno existe, la confianza de los ciudadanos existe, y eso es lo que lleva a los buenos números que se tienen en el estado. Siempre lo he dicho y lo repito: tampoco es una película color de rosa. Un estado seguro no es donde no pasa nada y todos son felices y vivieron para siempre juntos, un estado seguro es donde se responde y actúa ante situaciones de inseguridad que se presentan y hoy por hoy eso ocurre en Coahuila.

Lo que no puede pasar son situaciones como lo ocurrido en Torreón, dónde al día de hoy se desconoce si fue por berrinche, muestra de autoridad, o por politizar el tema de seguridad que el alcalde Roman Alberto Cepeda, de un plumazo,  despidió o dio de baja alrededor de 100 elementos del Grupo Reacción Torreón (GRT), grupo policial para delitos de alto impacto. Torreón hace algunos años fue considerado entre las ciudades mas peligrosas e inseguras del mundo, no ha sido facil tener los índices de seguridad que hoy muestra la Perla de La Laguna. Y es ahí donde los huecos se llenan y las dudas se asoman.

Un par de días después de que el INEGI publicara LA ENVIPE ocurrió esto y la Secretaria de Seguridad Pública de inmediato tomo las riendas del la seguridad en Torreón y garantizó el estado de derecho y seguridad, no abriendo ninguna puerta u oportunidad por mínima que sea a que la delincuencia se posicione en Torreón.

La seguridad no es una carta que se pueda utilizar para beneficios propios o sacar raja política. La seguridad es de y para los ciudadanos. Con ella no se juega, no se especula, no se baja la guardia. Simplemente con la seguridad no.