ZAGAL

Por su atención 47 segundos, gracias

En el mundo moderno, donde las redes sociales y los smartphones nos mantienen (casi) siempre conectados al mundo digital, mucho se ha dicho sobre nuestra capacidad de atención y como parece haber disminuido. De hecho, hay quienes afirman que nuestra atención es menor que la de un goldfish.

Estas afirmaciones son interesantes, pues pareciera que el efecto evolutivo podría estar resultando negativo para una de nuestras capacidades cognitivas más importantes: la atención.

Desde que escuché y leí sobre este tema, he estado poniendo más atención a mi atención -valga la redundancia- e investigado al respecto. Me di cuenta de que al explorar diferentes fuentes para conocer más sobre el tema, me sentía concentrado y motivado en dedicarle esfuerzo mental a lo que estaba haciendo. No obstante, en otras actividades que hacía, aunque comprometido, no sentía el mismo impulso en términos de enfoque.

Entonces coincidí con el trabajo de investigación de Gloria Mark, PhD, quien se ha dedicado a estudiar la interacción entre los seres humanos y la tecnología. Desde 2004, ha investigado el promedio de los lapsos de atención a lo largo de los años, especialmente en relación con el uso de pantallas.

Para no hacer el cuento muy largo, Mark señala que en 2004 el promedio de atención era de 2.5 minutos. Para 2012, había disminuido a 75 segundos, y en los últimos 5/6 años, ha encontrado que el promedio es de aproximadamente 47 segundos.

Antes de decir WOW, recuerde que estos números son un promedio, lo que significa que algunas personas pueden tener lapsos de atención más largos o más cortos. Ahora sí, ¡WOOOOW!

Ahora, citando a Cristiano Ronaldo: Calma, calma. Esta información no debe interpretarse como algo meramente negativo, ni debe contribuir a la victimización que parece estar de moda. Los cambios en la duración de los lapsos de atención son simplemente eso: cambios. Y como todo cambio, representan un reto. En este caso, el desafío es gestionar nuestro enfoque, que es diverso y único para cada persona, definiendo prioridades y, por qué no, hasta deseos.

Aunque, hay algo que sí aplica para todos.

Existe un estado óptimo de atención descubierto por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, que se presenta cuando cualquier persona está tan inmersa en una actividad que el tiempo parece no importar. Este estado, conocido como flow, se alcanza cuando se experimenta el pico de creatividad, gracias al nivel ideal de desafío para desarrollar nuestras habilidades cognitivas.

En lo personal, yo me considero una persona task dependent y creo que alcanzar el estado de flow depende mucho lo que esté haciendo. Y es que, cuando uno está comprometido y desafiado por una tarea, puede sentir como los lapsos de atención se amplían y se mantienen, ¿no es cierto? En cambio, cuando se trata de una tarea que, aunque exista compromiso, no genera un sentido desafiante, la atención puede ser menos óptima. Piense en cualquier rutina, por ejemplo.

En fin, es probable que pocos lleguen a esta parte final de la columna. Los 47 segundos que menciona Mark no dan para que ZAGAL logre mantener la atención del promedio de los queridos lectores semanales. Ni siquiera para que se rían de que cité al Bicho.

Si has leído hasta aquí, además de agradecerle, quiero reiterarle que la disminución en los lapsos de atención es un cambio y, por ende, conlleva un reto. En medio de la constante batalla mercadológica por nuestra atención, la búsqueda de recompensas emocionales y/o materiales, y considerando nuestros propios tipos de personalidad, cada uno de nosotros debe definir en que queremos invertir el tiempo. Buscar y encontrar ese sweet spot entre estar lo suficientemente desafiado en lo que hacemos, alcanzar ese estado de flow, aunque sea por esos 47 segundos.

Reciban un saludo. Muchas gracias.

 

@dan_fdz

 

Maridaje

 

Libro

Attention Span – Gloria Mark, PhD.

 

Canción

36 – System Of a Down

(verán por qué)