PLAZA CÍVICA

Gracia Elevada al sector empresarial

La virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, ha dado algunas pequeñas señales de emancipación política. Resulta difícil saber qué tanto cree en los mandamientos de su padre político, y qué tanto los continua ante el poder que tiene. Sin embargo, ha repetido una política en la cual parece verdaderamente confiar, y que resulta nociva para el país: la continuidad del llamado Consejo Asesor Empresarial.

Uno de los mayores engaños del sexenio lópezobradorista fue el ofrecimiento de “separar el poder económico del poder político”. Porque, además de ser imposible su completa separación, existen innumerables ejemplos de colusión: desde la resurrección del pase de charola (ahora, acompañada de agua de jamaica), pasando por la discrecionalidad que implica que el 80% de las obras públicas se otorgasen por adjudicación directa, hasta los más de 61 mil millones de pesos que han entrado a la bolsa de Carlos Slim gracias a los contratos públicos del gobierno federal. El Consejo Asesor Empresarial, aunque no funcionó, resume la colusión: un grupo de empresarios con innumerables intereses que se disfrazaron de desinteresados consejeros económicos. Ese mismo Consejo es el que, ahora, se intenta resucitar.

No existen tales consejos en los países desarrollados. Lo que sí hay son consejos económicos técnicos, integrados por economistas apartidistas, cuya función es asesorar al presidente en política económica. Uno de ellos es el National Economic Council en Estados Unidos. Otro, el Consejo Económico y Social en Francia. Y otro más, el Consejo Alemán de Expertos Económicos. No son ocurrencias: están establecidos en ordenamientos jurídicos que regulan sus actividades. Por otra parte, en México tenemos representantes del sector empresarial, los cuales son elegidos por el mismo gremio, a los cuales el jefe del Ejecutivo puede acudir directamente. Y, por si fuera poco, existe una Secretaría de Economía que, entre otras cosas, sirve como enlace entre el presidente de la República y los empresarios. Entonces, ¿cuál es la razón de ser del Consejo Económico Empresarial?

Su instauración parece tener mucho de corporativismo autoritario: un organismo creado desde la presidencia de la República, con el fin de encuadrar a los grandes empresarios con el poder Ejecutivo, donde la separación económica y política se vuelve más tenue aún. Todo lo anterior, en un contexto de creciente opacidad pública, con un partido dominante que aspira a la hegemonía política. Altagracia Gómez no solo será la siguiente coordinadora del Consejo, sino también es presidenta de Grupo Minsa, creado en 1950 por el gobierno federal y adquirido por su familia en las privatizaciones de Carlos Salinas de Gortari.

El Consejo Asesor Empresarial es capitalismo de cuates. Es también un reflejo de las aspiraciones autoritarias de Morena, ya que en los regímenes autoritarios el poder económico se encuentra íntimamente ligado al poder político. Augura asimismo peleas burocráticas, y permanece la pregunta de cómo se pagarán los “servicios” de los empresarios que lo integren.

 

Posdata

¿Será que el nombramiento de una jalisciense para encabezar el Consejo augura penitencias al Grupo Monterrey y gratificaciones al Grupo Jalisco?

 

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@FernandoNGE

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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