Hay elementos y símbolos nacional e internacionalmente ligados a México. Tal es el caso del Tequila, bebida que ha construido muchos estereotipos, como el que a todo mexicano le gusta, lo conoce, lo bebe y lo disfruta. Que se utiliza para llamar a viejos amores, pasar las penas o brindar las alegrías del momento.
Existe la creencia popular de que éste sólo puede ser producido en el municipio de Tequila, Jalisco, sin embargo, lo anterior es incorrecto. Proviene de una planta “agave tequilana weber variedad azul” o coloquialmente llamada “agave azul”.
La protección de este producto en materia de propiedad industrial comprende sólo 5 estados de los 32 que contamos como nación; son 181 municipios que se despliegan de la siguiente forma: 125 en Jalisco (entre ellos Tequila), 30 en Michoacán, 11 en Tamaulipas, 8 en Nayarit y 7 en Guanajuato.
En ellos se puede sembrar, cultivar, producir y embotellar para su consumo al interior y al exterior del país el “agave azul”, que después de la destilación se convierte en el famoso Tequila.
Su popularidad se debe, además de su calidad, de su posicionamiento en el mercado mediante la música, el cine, las telenovelas, los comerciales y otras expresiones artísticas que continuamente hacen referencia del mismo. Y ha sido protegido mediante la Declaratoria de Denomiación de Origen desde 1974.
“Por presumir a mis amigos les conté,
que en el amor ninguna pena me aniquila
que pa’ probarles, de tus besos me olvidé,
y me bastaron unos tragos de tequila”.
-Martin Urieta- Compositor.
– Vicente Fernández- Intérpete.
Legalmente, la Declaratoria de Denominación de Origen, se define de la siguiente forma, según la Ley de Propiedad Industrial: “Artículo 156. Se entiende por denominación de origen, el nombre de una región geográfica del país que sirva para designar un producto originario de la misma, y cuya calidad o característica se deban exclusivamente al medio geográfico, comprendido en éste los factores naturales y los humanos.”
Pero, ¿qué hay para los Coahuilenses? La respuesta es Sotol. Una bebida de carácter fuerte, como aquellos habitantes que día con día vencen el desierto. Cuenta con una declaratoria de denominación de origen expedida por el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial desde el 13 de junio de 2002 que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 8 de agosto del 2002.
En él, se declara la protección del Sotol y lo definen como la bebida alcohólica que se produce a raíz de las plantas conocidas comúnmente como “Sotol” o “sereque”, obtenidas de poblaciones naturales y cultivadas en los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango.
Dicha planta que crece de manera silvestre en nuestro estado, también tiene el nombre “Dasylirion wheeleri” y pertenece a la familia de las liliáceas, de hojas largas y fibrosas, de forma lanceolada, de color verde, cuya parte aprovechable para la elaboración del Sotol, es la piña o cabeza.
Según la propia Declaratoria, durante la época colonial, Durango, Chihuahua y Coahuila formaron parte del Reino de Vizcaya, por lo que fueron los conquistadores y misioneros a partir de la segunda mitad del siglo XVI quienes enseñaron a los indígenas los procesos de destilación para la producción del Sotol.
También establece que la producción (formal o industrial) del Sotol en el Estado de Coahuila data de principios del siglo XIX, cuando en 1908 se construye una fábrica en Parras de la Fuente. Pero su vínculo cultural a las poblaciones originarias seguramente es mucho más antiguo y debe estudiarse con mayor detenimiento, pues indiscutiblemente forma parte de nuestra historia.
En conclusión: Alrededor de México, existe una gran variedad cultural relacionada a las bebidas alcohólicas de los pueblos tales como el “Pulque”, cuya mayor producción se da en Hidalgo, Tlaxcala y Puebla, y que culturalmente también tiene un vínculo con Saltillo.
El “Tejunio” de Jalisco, Nayarit, Colima y Michoacán, el “Tepache” de Oaxaca, Querétaro, Guerrero, Puebla, Chihuahua, Sinaloa, Veracruz, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Morelos, Baja California, etc. O algunas con denominación de origen, tales como la “Charanda” de Michoacán, el “Mezcal” de Mazatlán (que también se produce en Durango, Zacatecas y San Luis), o el “Bacanora” de Sonora.
El Sotol es importante porque es distintivo de nuestra tierra; y debe ser un símbolo de orgullo Coahuilense; debemos posicionarlo nacional e internacionalmente, tanto como los integrantes de otros estados lo han hecho con el Tequila. Toda vez, que es parte de un sector agroindustrial que se puede potenciar para aprovechar la materia prima silvestre en nuestro estado. ¿Quién compone una canción que hable del amor eterno como el sol y el sotol en el desierto?
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