¿Cuál es el futuro de Tesla y sus próximas innovaciones?

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4 julio, 2024

Aunque las acciones de Tesla están muy lejos de su máximo, los inversores son optimistas sobre el futuro. Las acciones de Tesla han caído un 20% en 2024. La debilidad de las ventas y los márgenes en medio de la incertidumbre macroeconómica está haciendo que los inversores pierdan algo de confianza.

Sin embargo, un innovador y disruptor de la industria de los vehículos eléctricos (VE) como Tesla ha sido, sin sorpresa, un gran ganador del mercado si nos alejamos. En la última década, sus acciones se han disparado un 1.410%, superando al índice Nasdaq Composite. Es difícil ser inversor en estos momentos ya que se deben realizar apuestas en un clima incierto.

También se pueden hacer apuestas en https://www.bet777.es/ para predecir los resultados de los mayores eventos deportivos del mundo. Algo parecido hacen los inversores al tratar de predecir los movimientos del mercado y el valor de las empresas.

En este artículo, echamos un vistazo al futuro de Tesla y cuáles son los siguientes pasos que dará la compañía de Elon Musk.

Las cosas podrían seguir igual

Tesla y su conocido fundador, Elon Musk, merecen todo el crédito por haber cambiado por completo la industria del automóvil al introducir una exitosa gama de coches de diseño elegante y tecnología avanzada. La empresa ha experimentado un enorme crecimiento en el pasado. En 2023, obtuvo unos ingresos totales de 97.000 millones de dólares y produjo más de 1,8 millones de coches, lo que le ayudó a situarse a la cabeza del mercado estadounidense de vehículos eléctricos.

De esos 97.000 millones de dólares, Tesla registró 6.000 millones de ingresos en 2023, un 54% más interanual, procedentes del almacenamiento y la generación de energía. Esto incluye sus paneles solares y paquetes de baterías.

Si no hay grandes cambios en el funcionamiento de este negocio, Tesla seguirá obteniendo la gran mayoría de sus ingresos de los vehículos eléctricos en 2034, al igual que hoy. Esto puede venir de sus coches actuales, así como de nuevos modelos como el Cybertruck; el diseño más barato, con nombre en clave «Redwood», que se espera que se venda por 25.000 dólares; y la reintroducción del Roadster.

Un futuro incierto

Si hay algo que sabemos en general sobre la economía y el sector tecnológico, más concretamente, es que el cambio es la única constante. En consecuencia, es muy probable que Tesla tenga un aspecto totalmente distinto dentro de 10 años. La empresa está invirtiendo tiempo y recursos en sus superordenadores de inteligencia artificial (IA) Dojo para introducir algún día capacidades de autoconducción total (FSD), de modo que los pasajeros no tengan que intervenir en la conducción del coche.

Esta innovación ha sido retrasada en numerosas ocasiones por Musk, pero si se hace realidad, el plan de Tesla es lanzar una flota mundial de robotaxis autónomos, convirtiendo de hecho sus vehículos en máquinas de alto margen de beneficios.

Tesla también quiere avanzar en el campo de la robótica con el desarrollo del Optimus, un robot humanoide que puede aumentar considerablemente el rendimiento de la fabricación sustituyendo a los humanos en determinadas tareas. Musk quiere venderlo a otras empresas. Es una jugada sacada directamente del libro de jugadas de Amazon: convertir un importante centro de costes en un potencial generador de ingresos, como hizo el gigante del comercio electrónico con su huella logística y Amazon Web Services (AWS).

Si Tesla tiene éxito en el desarrollo de FSD y en el despliegue de tecnología robótica, al tiempo que encuentra una fuerte demanda por parte de los clientes, la empresa será irreconocible en el futuro.

Grandes competidores chinos

En un dramático giro de los acontecimientos, Tesla perdió temporalmente su primera posición en favor de BYD, un competidor chino. Tesla no solo perdió su liderazgo en el mercado; por primera vez, experimentó un descenso en las entregas de coches desde 2020. Y por si fuera poco, las acciones de Tesla se han convertido en una de las de peor rendimiento del S&P 500.

El cambio global hacia los vehículos eléctricos parece estar perdiendo impulso, lo que se refleja en la valoración de las acciones de Tesla. Y las polémicas que rodean a Elon Musk, el famoso consejero delegado de la empresa, han complicado aún más las cosas. Una encuesta reciente indicaba que podría estar afectando negativamente a la demanda de vehículos de Tesla.

Los analistas se muestran escépticos sobre la empresa, y uno de ellos predice un futuro sombrío debido a sus operaciones complejas y profundamente integradas, que podrían no adaptarse con la suficiente rapidez a la cambiante dinámica del mercado.

Nuevos mercados

Otro motivo para el optimismo es la estrategia global de Tesla. Al parecer, Musk está negociando con el primer ministro indio, Narendra Modi, la instalación de una fábrica gigante en el país. Esta expansión en uno de los mayores mercados del mundo podría ser transformadora. Refleja el movimiento estratégico de Tesla en China con la fábrica de Shanghái, que impulsó significativamente su presencia en Asia.

El propuesto Modelo 2 Redwood EV de bajo coste de 25.000 dólares podría cambiar las reglas del juego en la India, un mercado que ha sido relativamente lento en la adopción de vehículos eléctricos. El Gobierno indio, tras rechazar los avances de BYD, parece inclinarse por Tesla. No se trata sólo de vender más coches, sino de influir en la adopción del coche eléctrico y la madurez del sector en una importante economía emergente. El posible éxito de Tesla en India podría servir de catalizador para una mayor penetración en el mercado mundial.

La visión de Tesla va más allá de la fabricación de coches eléctricos. La empresa se está posicionando tanto como colaboradora como competidora en el espacio automovilístico. Su negocio energético, centrado en la energía solar y el almacenamiento de energía, está floreciendo.

La disposición de Musk a conceder licencias de la tecnología FSD de Tesla a otras empresas es un movimiento estratégico para posicionar el negocio como proveedor de tecnología, no sólo como fabricante de automóviles. Ya se han cerrado acuerdos con fabricantes de automóviles para que utilicen la red de recarga de Tesla.