El camino del crecimiento es cuesta arriba, y no podemos seguir avanzando mientras jalamos una carreta llena de cosas que quizá, vez antes nos sirvieron, pero ahora ya no sirven más
Dentro del liderazgo de vida, una de las virtudes que pudiera parecer que es fuente de crisis y de dificultad, y a la vez es muy importante, es la voluntad de soltar.
A lo largo del camino de la vida, transitamos a través de días gloriosos y de noches diversas. Unas de ellas están plagadas de estrellas, y nos deleitamos con la suave dulzura de la calma, y otras son turbulentas, bañadas con la majestuosa fuerza de lluvia y el intempestivo ruido del frío que cimbra lo más profundo de nuestra existencia. En esas noches turbulentas, aprendimos a construir tiendas, esas tiendas que nos protegen del dolor de la partida de un ser querido, o del abrasante fuego que tiñe de la furia del desánimo y de la injusticia, o del trago amargo del esfuerzo ante la inclemencia de los imprevistos.
Para poder avanzar en el camino, tuvimos que construir una tienda que nos abrigó de las inclemencias de la incertidumbre y del paso del tiempo. Y probablemente, llegamos a amar tanto a esa tienda que generó una cálida protección y el abrigo del sostén y del apoyo, que aún en este día seguimos llevándola… Y en el transcurso de los diversos paisajes que sigo recorriendo, comienzo a sentir un dolor en mi espalda: esa tienda comenzó a pesar…
En muchas ocasiones voy a tener que soltar aquello que, en un momento, contribuyó a mi bienestar, pero que ahora ya no me sirve o me obstaculiza.. Y tengo que desprenderme de esas cosas que, aunque antes me sirvieron, hacen más pesado mi andar por el camino.
Mientras más vamos creciendo, más va doliendo soltar; nos da miedo que el peso del recuerdo de aquello que un día nos sirvió, vaya a ser más ligero que el peso de aquello que vamos a obtener en el futuro. Y no vaciamos nuestras manos para recibir, sin darnos cuenta de que necesitamos tener las manos vacías para poder obtener.
En este día me gustaría preguntarte ¿Qué tienes qué soltar para avanzar y llegar al siguiente nivel? ¿Para que puedas recibir aquello que tanto has deseado? ¿Y qué te impide hacerlo?
Tal vez a personas nocivas, o personas que no vibran en tu frecuencia, o que limitan tu manera de pensar; o quizá hábitos que has generado en tu vida y que ahora han quedado obsoletos. También las viejas heridas, los traumas, los recuerdos de fracasos… y tus miedos. Y esas viejas creencias, las lealtades y miedos a no pertenecer.
Pesa mucho la añoranza de un pasado glorioso, que ya fue y ya no está más, y que al estar continuamente enfocándonos en él, permanecemos con la vista atrás y dejamos de ver el camino hacia el frente.
El camino del crecimiento es cuesta arriba, y no podemos seguir avanzando mientras jalamos una carreta llena de cosas que quizá, vez antes nos sirvieron, pero ahora ya no sirven más; que nos jalan hacia abajo y nos impiden seguir adelante.
Muchas oportunidades están sólamente esperando a que sueltes aquello que te pesa, aquello que te impide que te abras a ellas. Así que, suelta con gratitud y recibe lo nuevo.
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