Cuestión de rayas
Lo quieran o no aceptar en el oficialismo, entre los mercados y los inversionistas se ha generado en las semanas recientes, nerviosismo e incertidumbre por lo que pueda pasar en nuestro país ante el cambio de gobierno, y ello se ha manifestado en el comportamiento del peso frente al dólar, que todavía este lunes registró una depreciación del 0.18 por ciento.
La próxima presidenta de México ha intentado con algunos mensajes tranquilizar el comportamiento de los mercados, e incluso en ese ánimo contribuyeron los nombramientos en las anteriores dos semanas, de quienes serán los integrantes de su gabinete a partir del 1 de octubre.
La lista de los primeros seis nombres dados a conocer hasta el momento, generaron una cierta tranquilidad, que la primera presidenta de México, sin que fuera un viraje brusco, empezar a girar un poco para tratar de enderezar el camino que el actual presidente le dejará minado en muchos rubros, sobre todo en el económico, seguridad y salud.
Sin embargo, cuando algunos empezaban a tranquilizarse y a tener calma, es la propia futura mandataria la que envía señales en contrario, y refuerzan la idea no de la continuidad, sino del continuismo, lo que más tarde o más temprano le puede estallar en las manos.
Muchos ven las giras conjuntas entre el presidente en funciones y la presidenta electa, como un mecanismo de control, cuando ella a estas alturas del partido tendría que empezar a definir y caminar con su propia agenda, incluso hasta más activa que su antecesor.
Pero todavía más, a muchos ha provocado comezón, primero que la próxima presidenta haya participado en un recinto gubernamental, como Los Pinos, en un evento partidista, el festejo del sexto aniversario del triunfo de Morena en las elecciones presidenciales de 2018, y asegurar que no va a ‘pintar raya’ con López Obrador, y que va a ‘guardar el legado’ del tabasqueño.
Además de urticaria, a muchos les ha provocado calosfríos la propuesta que Claudia Sheinbaum de ‘bautizar’ el 1 de julio como el ‘día de la revolución de las conciencias’, o podría ser también ‘el día del triunfo del pueblo’ o el ‘día de la verdadera democracia’. “Como le queramos nombrar”, dijo a los cuatroteros presentes, y emplazó a su partido para hacer una consulta cómo debería ser nombrado esa fecha de cada año. Y no dude usted que en cuanto llegue y se siente en la silla lo vaya a decretar como festivo dentro del calendario de días inhábiles en México.
Ese tipo de reacciones son los que inquietan a mercados e inversionistas, que no ven que se vaya marcando o buscando una ‘sana distancia’ entre quien ya se va y quien va a llegar; por el contrario, se fortalece la idea de que quien va a manejar los hilos del poder tras bambalinas es el hijo predilecto de Macuspana; y ella hace más fuerte la versión de su falta de independencia de su padre político.
En calidad de mientras deja mucha ambigüedad en el aire de qué es lo que realmente va a pasar a partir del 1 de octubre, pero lo que sí es un hecho es que va a tener que llegar el momento en que Claudia dé un manotazo sobre la mesa, porque ahorita quizá no se atreve a contradecir a su mentor porque sabe que éste tiene todavía todo el poder y no quiere contradecirlo, contrariarlo en lo mínimo.
Pero, lo hemos comentado ya muchas veces, en la silla sólo cabe uno, y el poder no se comparte. Una vez que pruebe las mieles del poder y sepa que ahora ella tiene en sus manos el timón del barco, las riendas del país, va a hacer todo lo que sea necesario para demostrar quién tiene el poder. Así sea ‘pintando raya’ como ella dice, o dando un manotazo fuerte sobre la mesa. Ha sucedido a lo largo de la historia cuando presidentes salientes sintieron que el entrante les debe el puesto y obediencia para seguir mandando.
Sobre todo, que las minas sembradas a lo largo del camino, pueden empezar a ‘tronar’, y no será su antecesor quien venga a resolverlas, sobre todo cuando es un experto en el malabareo de las responsabilidades y el reparto de culpas. Cuando le tenga que hacer frente a todos los problemas reales, los del día a día, y quizá al que se va siempre le funcionó, pero a ella difícilmente le valdrán el tan sobado pretexto de los ‘otros datos’.
De por sí hay desconfianza y nerviosismo entre los dueños del dinero, y expresiones como la de que no va a ‘pintar’ raya con su mentor, se le convierte en ‘una raya más al tigre’ de la intranquilidad que está agazapado a ver el desenlace de esta telenovela.
Ya veremos.
laotraplana@gmail.com.mx
X= @JulianParraIba
Autor
- Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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