OPINIÓN

A LA BÁSCULA

Por

9 noviembre, 2023

Misión cumplida

A 21 días de dejar el cargo como gobernador del estado de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís rindió su sexto y último Informe de Gobierno. En poco más de una hora, el lagunero emitió un mensaje que cerró de manera emotiva, no sin antes desglosar los logros de su administración, a través de cuatro ejes rectores que marcó desde el inicio de su mandato.

La ceremonia del informe, me parece fue con el sello de lo que fueron los seis años de su gobierno. Tradicionalmente los informes se realizaban en un gran centro social, con grandes invitados especiales de todo el país: gobernadores, senadores, diputados federales, funcionarios de la administración pública y por su puesto lo más granado de la política, sector empresarial, educativo y representantes sociales de la entidad. De todo el estado llegaban camiones de acarreados al sitio del informe, para aplaudir y lanzarle confeti y pirotecnia al mandatario.

El último de Riquelme estuvo marcado por la austeridad, la sobriedad con que fue presentado, lejos de los estruendos y la pirotécnica. El ejercicio de rendición de cuentas se rindió en la sede del Congreso del Estado donde hubo, sí invitados especiales, como los ex gobernadores Enrique Martínez y Martínez y Rogelio Montemayor, alcaldesas y alcaldes, diputados federales –y los locales, sus anfitriones- senadores, empresarios como Ricardo Martín Bringas y Eduardo Murra, por mencionar a algunos.

Fue una ceremonia sobria, sin confeti ni serpentinas, pero creo que no las necesita, porque Riquelme Solís cerrará su gestión con el reconocimiento de los coahuilenses y de propios y extraños más allá de las fronteras de nuestra entidad. No por nada conforme avanzó en su gobierno, se mantuvo siempre entre los mandatarios mejor calificados del país, y durante poco más de un año estuvo en la primera posición.

Contrario a lo que marcaban los ‘usos y costumbres’ de que el ejercicio del poder provoca un desgaste que se considera como natural, y conforme avanza el tiempo de la administración, los niveles de popularidad de los gobernantes descienden. Con el torreonense ocurrió a la inversa y cierra con un gran reconocimiento de los ciudadanos coahuilenses.

Durante seis años, supo remontar todas las adversidades que se le fueron presentado, y con entereza y el tiempo, fue obteniendo una legitimidad que no se le había dado en las urnas en la elección en que obtuvo la gubernatura. Pronto supo que gobernar Coahuila no iba a ser tarea sencilla, pero enfrentó y se sobrepuso a una delincuencia que nunca cejó en su intento por reingresar y volver a controlar el Estado como en otros tiempos.

Se sobrepuso al castigo presupuestal que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le aplicó a Coahuila, a quien le recortó cerca de 23 mil millones de pesos; guio a nuestra entidad a convertirse en una de las que mejor supo manejar la emergencia por la pandemia, al grado que a pesar de repeler a nuestro estado, el gobierno federal inició en Coahuila la aplicación de las vacunas contra el Covid, y tras ese difícil momento, no impulsó al Estado solo para recuperar los empleos perdidos por la emergencia sanitaria, sino que los superó y con creces.

Miguel Ángel Riquelme mencionó el círculo virtuoso que tantas veces hemos subrayado en este espacio entre seguridad e inversión. Coahuila es hoy el Estado más seguro del norte del País y el tercero con mejor percepción de seguridad en todo México: Solamente en delitos de alto impacto como el homicidio doloso, la entidad registró durante su mandato una reducción de 63.por ciento.

El clima de seguridad, fue fundamental para que en seis años se concretara una inversión de 13 mil millones de dólares en 249 proyectos provenientes de 21 países, que generaron 117 mil nuevos empleos. Al cierre de octubre pasado, Coahuila, de acuerdo con los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene 872 mil 419 trabajadores asegurados.

El mensaje del cierre del informe fue emotivo porque destacó la unidad a la que convocó desde su toma de posesión, para sentar las bases para el desarrollo de Coahuila. “El compromiso fue mío, pero los avances fueron de todos”. Tuvo palabras de agradecimiento para todos, su familia, su esposa, los integrantes de su gabinete, medios de comunicación, pero especialmente a los coahuilense que confiaron en su palabra y los que en el camino se fueron sumando a su proyecto. “Muchas gracias por el honor de servirles estos seis años”.

Dijo que se irá contento y optimista porque la sociedad decidió democráticamente quién será su próximo Gobernador “y estoy seguro de que (con) el proyecto encabezado por Manolo Jiménez (…) Coahuila tendrá un gran Gobernador: La fórmula juventud, experiencia y participación ciudadana sólo puede llevar a Coahuila al siguiente nivel”.

Miguel Ángel Riquelme Solís podrá decir con la frente en alto al momento de transferir el poder: Misión cumplida.

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@JulianParraIba