«Si quieres vivir sano»…
En las vacaciones o los días libres era frecuente que le pidiéramos a mi mamá quedarnos a dormir en casa de la abuela pues nos gustaba mucho gozar de sus cariños y ser consentidas por ella, sin embargo, el canto de los gallos canarios cardenales cotuchas y demás aves que había en la casa hacía imposible quedarnos en la cama hasta más tarde.
Entonces mi abuelita nos decía «si quieres vivir sano, levántate temprano» mientras nos servía una taza con avena y pan tostado con mantequilla.
La vida moderna nos ha llevado a arriesgar nuestra salud física y sobre todo mental. En la actualidad las jornadas laborales no solamente se constriñen al horario de oficina, sino que se alargan mediante juntas virtuales o mensajes y correos electrónicos fuera de horario de trabajo, que son atendidos por los trabajadores desde sus casas o desde su empleo, ya que el actual estado económico muchas veces obliga a tener más de un trabajo para subsistir.
Si bien es cierto que la tecnología es un aliado importante en el desempeño de nuestras actividades laborales, también lo es, que permite extender las jornadas mucho más allá de los horarios establecidos pues facilita el acceso a la comunicación y de esta manera, lo que en algún otro momento habría tenido que esperar al día siguiente se puede atender de manera urgente desde el celular y desde nuestras casas.
Tenemos derecho a la desconexión digital, sin embargo, muchas veces no resulta funcional derivado de las mismas labores que se realizan para la fuente del trabajo, es por esto que la noticia de que el Senado aprobó que se tomen en cuenta trastornos mentales como la ansiedad, depresión y el insomnio dentro de las tablas de enfermedades del trabajo, me pareció no solamente atinada sino también oportuna ya que como vimos después de la pandemia se han incrementado estos padecimientos en un 25 por ciento a nivel mundial según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Actualmente se desconoce mucho sobre quiénes son los profesionales adecuados para diagnosticar un trastorno de ansiedad o depresión y con el auge de las redes sociales también se abrió la puerta a que muchas personas con el simple hecho de tomar una certificación en coaching de vida, se sientan con la autoridad para realizarlo.
Y aunque, para efectos laborales, será el médico especialista en riesgos del trabajo quién deba evaluar estos padecimientos como consecuencia de las labores realizadas, también es cierto, que estamos descuidando la parte profesional. ¿Un coach de vida, un podcast, un gurú o guía espiritual puede ayudarnos a manejar estos padecimientos?
La ciencia ofrece como respuesta a la psicoterapia cognitivo conductual y al tratamiento psiquiátrico y farmacológico como la mejor arma para diagnosticar y dar seguimiento a estos trastornos.
Pero también, cómo decía mi abuela «si quieres ser sano, levántate temprano» es decir, también debemos añadir mejores hábitos como el ejercicio y rutinas de higiene del sueño, por ejemplo, para ayudarnos a transitar por estos padecimientos.
En cuanto a la reforma propuesta por el senado entrará en vigor 45 días después de su publicación en el diario oficial de la federación y solo aplica para las tablas de enfermedades del trabajo por lo que no formará parte de la Ley Federal del trabajo como tal, sin embargo, las enfermedades mentales no son la única adición a la lista pues en total, se añadieron 88 padecimientos incluyendo también endometriosis y algunos tipos de cáncer.
Sin duda la medicina como ciencia, aporta muchísimo a la calidad de vida de las personas tristemente, el ejercicio de esta no lo hace tanto; pero esto será tema de otra columna.
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