No estudies derecho, derecho
Aprovechando que acabo de terminar de leer el libro «No estudies derecho» de uno de mis autores favoritos, el Dr. Juan Jesús Garza Onofre, hablaré sobre el papel que desempeñamos los jóvenes en el mundo jurídico y el impacto que tenemos en el futuro de nuestra profesión.
Todo estudiante de derecho se aprendió este concepto: El derecho es un conjunto de normas jurídicas que regulan la conducta humana en sociedad. Pero, ¿qué pasa si aquellos que operamos este conjunto de normas y fungimos como puentes entre la justicia y la sociedad lo hacemos de mala forma?
Para Ulpiano el derecho consistía en tres reglas o principios básicos: vivir honestamente, no dañar a los demás, y dar a cada uno lo suyo. Sin embargo, hoy en día nos hemos alejado de estos principios fundamentales. Los abogados, en nuestra búsqueda de resultados y victorias para nuestros clientes, a veces descuidamos la importancia de la honestidad y la integridad en el proceso. Y en cuanto a dar a cada uno lo que le corresponde, los intereses comerciales y personales pueden llenarnos de una sed de victoria a costa de lo que sea.
Con el paso del tiempo nuestro gremio ha sido blanco de malas críticas, de chistes y burlas. La sociedad tiene una percepción negativa acerca de los abogados. ¿Y a qué se debe esto? En gran medida a las malas practicas que hemos adoptado en los últimos años y por unos cuantos la llevamos todos. Esta realidad nos obliga a reflexionar sobre cómo hemos llegado a adoptar estas malas prácticas y a alejarnos de la verdadera esencia de nuestra profesión.
¿De qué nos sirve ser jóvenes si hacemos las cosas de la misma forma en que se hacían hace 30 años? Nuestra generación tiene la oportunidad de cambiar el rumbo de nuestra profesión. No debemos limitarnos a ser simplemente abogados de apariencia, sino ejercer la abogacía de manera íntegra, con ética y siempre velando por los intereses de aquellos a quienes defendemos.
La sociedad actual exige abogados que se preocupen y atiendan las causas sociales que más lo necesitan, no solo abogados que conozcan de memoria las leyes y códigos A todas las personas que formamos parte de esta profesión y a aquellos que recién van comenzando, los invito a innovar, a ser creativos, a ejercer esta profesión con valores y ética; a no dejarnos llevar por los malos vicios que tanto han lastimado al derecho. Seamos esa clase de abogados y abogadas que nos gustaría que nos defendieran en momentos adversos. Seamos ese tipo de abogado que deja una buena impresión y lo recomiendan por su forma honesta y eficaz de trabajar.
Es esencial recordar que la búsqueda de la justicia no solo se trata de ganar casos, sino también de mantener la integridad de nuestro sistema legal y la confianza de la sociedad en él.
Facebook: Jordi Alan Saucedo de la Peña
Twitter: Jordi_Saucedo
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