“SONIDO DE LIBERTAD”, PEDOFILIA Y CONSPIRACIONES SOCIALES

Algo huele (muy) mal en Hollywood 

Hay varios temas que aclarar, mucha noticia falsa circulando y el morbo que causa en algunas personas cuando surge un escándalo que se asocia a las estrellas de ese mítico lugar denominado como Hollywood, pero de ese Hollywood que no es el glamoroso ni el que encandila a las multitudes, sino de una meca del cine oscura, llena de turbios acuerdos que, parece, está más vigente que nunca en una sociedad hedonista.

Desde Hollywood Babilonia, el libro del cineasta Kenneth Anger –Nunca hasta ahora se había exhibido con tal crudeza la realidad que oculta la espejeante fachada de esta fábrica de sueños. Gracias a la audacia del cineasta Kenneth Anger, este libro nos llevará de paseo por el «Bulevar de los sueños trucados”, reza su presentación en Internet- hasta el fenómeno mediático en que se ha convertido el filme “Sonido de Libertad” de Mel Gibson, muchísima agua ha corrido bajo el puente.

En el verano estadounidense todos los éxitos de taquilla de grandes presupuestos y campañas de publicidad, que no son pocos, se han visto eclipsados por un drama independiente, con clara sustancia religiosa que se ha convertido en un fenómeno político y social: “Sonido de libertad” que cuenta la historia de un agente gubernamental empeñado en desmantelar una red de abuso sexual infantil que opera en Colombia y cuyo protagonista toma parte de la figura de Timothy Ballard, un exagente del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que fundó una organización contra el tráfico de personas, la Operation Underground Railroad (OUR).

Es un drama impactante, de acuerdo con las primeras reseñas serias, y contiene escenas de alto impacto referidas a crudas secuencias de acción y abuso sexual en plena jungla colombiana, protagonizada por Jim Caviezel quien, en una jugada maestra, se convirtió en la cara visible de lo que muchos denominan “comentarios propios de las constantes teorías conspirativas” que, cada cierto tiempo, remueven

No todo ha sido a favor de la cinta. La poderosa publicación Rolling Stone lapidó a la cinta “Sonido de libertad” calificándola como una referencia a la teoría de la conspiración en expansión, donde el colmo es que asegura que Donald Trump está luchando contra una élite de pedófilos satánicos. Como es lógico de suponer, las publicaciones de derecha estadounidense mantienen una postura radicalmente distinta a los medios izquierdistas.

Lo cierto es que queda en el ambiente una idea demoledora: que ciertos grupos de élite son traficantes sexuales de niños, quienes acechan en cualquier ámbito de la sociedad y cuyos poderes abarcarían desde lo político a lo cultural. Y allí es donde, supuestamente, entraría esa élite de Hollywood.

Y también aparece la QAnon.

¿Qué es la QAnon? QAnon es la abreviatura de Q-Anónimo, referida a una de las principales teorías de la conspiración de la extrema derecha estadounidense, que detalla una supuesta trama secreta organizada por un supuesto «Estado profundo» contra Donald Trump y sus seguidores y que, siguiendo esta lógica, es la que hizo el fraude en las elecciones pasadas en esa nación.

Se plantea que Jim Caviezel asistió a una conferencia sobre QAnon en 2021 y ha participado varias veces en el podcast de Steve Bannon -el antiguo estratega de la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump. Esto ha permitido que muchos consideren este golpe mediático como parte de otra conspiración, una que surgiría justamente de ese QAnon-

Desde ese instante, el actor ha hecho declaraciones en distintos medios, donde asegura que viene en camino “una gran tormenta” y empleó el concepto del adrenocromo, sustancia química que los adherentes de QAnon consideran un producto que se extrae de los cerebros de los niños que son raptados por esta supuesta élite.

Y de alguna manera nos remite a un filme de Robert Zemeckis de 1992 titulado La muerte le sienta bien (Death becomes her), con Meryl Streep, Goldie Hawn, Bruce Willis e Isabella Rossellini, en donde se presenta la idea -en formato de comedia negra- de que los poderosos de Hollywood ansían encontrar la pócima para la eterna juventud y que, una vez logrado ese antojo, se transforman en verdaderos muertos vivientes de una sociedad que solo admira la juventud y la sensualidad como elementos de consolidación.

Otros, menos inmersos en estas teorías de conspiraciones, hablan simplemente de un trabajo fino de bombardeo de marketing, donde Jim Caviezel es el líder natural y ha adaptado todas las ideas de QAnon para hacer del filme “Sonido de Libertad” algo distinto de lo que es, al menos en materia estrictamente fílmica. Incluso, algunos medios de izquierda la han tildado como el mejor modelo para hacer populares ideas de la extrema derecha, sobre todo si se convierte en el éxito de taquilla en que se ha transformado.

Pese a ser una película estadounidense, la dirección de “Sonido de libertad” es del director mexicano Alejandro Gómez Monteverde y la producción, en manos del otro mexicano, el actor y productor Eduardo Verástegui.

Independiente de todo lo conspirativo, lo cierto es que el delicado tema de las redes de abuso sexual infantil ha reaparecido en el comentario público, desatando nuevamente ese mito de que Hollywood es el centro operativo de todas esas redes.

Muchos expertos que encabezan la lucha contra la pedofilia, el abuso infantil y la trata de blancos, han advertido que es un daño el éxito de este tipo de filmes, porque curiosamente, en vez de denunciarlo lo exagera, lo mediatiza y lo vulgariza de tal modo que el impacto verdadero se diluye en polémicas que se escapan del centro del conflicto.

Esos mismos expertos, señalan la absurda paradoja: la incomodidad que supone que los niños traficados y abusados sean acusados ahora por pertenecer a una conspiración que solo busca generar escándalo para atraer el agua a sus molinos.

La productora Angel l Studios ha negado los vínculos con QAnon y se ha distanciado de los comentarios de la estrella de su éxito inesperado, saliendo al paso de las declaraciones permanentes que ha estado haciendo Jim Caviezel, apoyando las teorías de la QAnon.

“Sonido de libertad” ha tenido una trayectoria larga y tortuosa hasta lograr llegar a los cines estadounidenses. Filmada en 2018, fue comprada por 21st Century Fox, pero aparcada cuando Disney compró ese estudio, antes de ser adquirida por Angel, que no tiene su sede en Hollywood sino en Utah. De hecho, al igual como sucedió con “Los elegidos” (actualmente en Netflix), el filme se pudo sacar adelante gracias a los cerca de cinco millones de dólares que se obtuvo a través de redes sociales y publicidad convencional. Es la clara demostración de los cambios de estrategia que hace rato vienen sacudiendo a Hollywood.

Y de más está decir que el éxito mediático en que se ha transformado subió como la espuma cuando el siempre polémico actor Mel Gibson le dio públicamente su respaldo a la cinta, en un instante en que el fervor por ver la película supera todas las expectativas.

Como dato de trivia, en su primera en los cines, “Sonido de libertad” ha recaudado más de 40 millones de dólares y en el fin de semana logró casi 20 millones de dólares según IMDB, en comparación con los 27 millones de la nueva entrega de Indiana Jones y 33 millones de “La noche del demonio: la puerta roja”.

Es un hecho, el escándalo, el bullicio, las conspiraciones y las realidades se cruzan y logran un fenómeno extra cinematográfico digno de todo análisis.

 

Autor

Víctor Bórquez Núñez
Periodista, Escritor
Doctor en Proyectos, línea de investigación en Comunicación