ALGO QUE VALE LA PENA CONTAR

Novela de ajedrez

Stefan Zweig, genial escritor austriaco, amén de contar con una formidable producción literaria entre narrativa y ensayo, escribió una de las mejores novelas cortas del siglo pasado: “Novela de ajedrez”, 90 páginas para una historia redonda y extraordinaria. Como empleado del ejército austrohúngaro, Zweig vivió en carne propia los horrores de la Primera Guerra Mundial, por lo que su literatura llegó a ser muy popular caracterizada por una constante protesta en contra de la intervención alemana. Evidentemente, años después, su obra pasaría a ser no grata para el nazismo convirtiendo a Zweig en un perseguido político. Durante 1941, en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial, llega entonces la idea de dejar en papel su último aliento, publicar la que sería su póstuma novela en franca crítica a las acciones del régimen nazi.

Un buque viaja de Nueva York a Buenos Aires. A bordo, un grupo de pasajeros reta a Mirko Czentovic, campeón mundial de ajedrez, a una partida, que como era de esperarse, los viajeros pierden. Durante la revancha se suma al grupo de contrincantes un hombre de 45 años al que conocemos como el “señor B”, cuya intervención logra concluir el juego en “tablas”. Herido en su orgullo, Czentovic reta nuevamente a los pasajeros para el día siguiente. Previo al encuentro, el “señor B” revela cómo obtuvo la destreza en el juego, mientras estuvo detenido por agentes de la Gestapo. Durante ese prolongado encierro, encontró un libro que contenía 150 partidas de los más grandes ajedrecistas de todos los tiempos, mismas que le acompañaron en el cautiverio evitando que se volviera loco. Jugando sólo con la memoria, comprendió la huella personal de cada maestro, las técnicas de previsión, combinación y réplica, usando esa herramienta de destreza contra sus propios captores.

Una lectura interesante por su historia, pero además, por su contexto creativo, ya que la considerada obra maestra de Zweig fue escrita durante su autoexilio en Brasil y sería publicada de manera póstuma, pues el autor tomaría la fatal decisión de suicidarse junto a su esposa, desesperado y convencido de que el nazismo se extendería por todo el mundo.

“En el tablero de Ajedrez luchan personas, no figuras”.  Emanuel Lasker.

 

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

Autor

Alberto Boardman
Alberto Boardman
Columnista