Más allá de su belleza incomparable, las flores simbolizan un poco más de lo que se ve a plena vista. Cada especie, particularmente, trae consigo una codificación estética o funcional de la cual nos aprovechamos en diversas industrias o ramas comerciales del mercado.
Cada flor es un mundo
Así como algunas proveen de agentes para sintetizar un medicamento, otras se dedican al orden de lo cotidiano, como decorar o adornar. Tal vez de algunas depende la polinización de un parque; y otras tan solo sean comestibles. Sin importar su diversificación, el mundo de las flores se encuentra en constante cambio y es estudiado por muchísimos científicos, para traer conocimientos o singularidades sobre la mesa.
Lo cierto, es que se trata de un universo formidable y hermoso. Y sí. De eso estamos seguros. Su belleza, natural, perfecta, orgánica, viene modificando distintos estándares y tendencias de la moda desde tiempos inimaginables. Primero se colocaban sobre armaduras o como decoraciones para un peinado. Ahora se cosen a los vestidos o sus formas se imprimen en un estampado. Y es justamente a donde vamos en este caso; al mundo de la moda.
Mucho más que una tendencia.
Siempre las flores y la moda mantuvieron una relación estrecha; especialmente durante la temporada de primavera. Esa utilización consensuada de la flor como símbolo de la estación más alegre, se fue disipando con el tiempo. En la actualidad, podemos encontrar colecciones a lo largo de todo el año, que dependen de algún carácter estético florista, por así decirlo. Esta reconfiguración de la moda, – nos detallan los especialistas de Envia Bouquet, una de las más reconocidas florerías en Monterrey – hizo que muchos diseñadores reconocidos comenzarán a aplicarlas dentro de sus pasarelas de distintas maneras.
Con tecnología o de forma artesanal. De forma orgánica o artificial. Lo cierto es que año tras año tenemos propuestas increíbles con respecto a este tipo de exposiciones. Es por eso que traemos algunos ejemplos, donde la moda del estampado utiliza a las flores de distintas formas, para promover estilos, justamente distintos. Tanto la flor, como la moda, buscan dictar un mensaje. La emoción o los sentimientos que se traducen en la obra, es lo que convierte a un simple objeto en una obra de arte.
– Lo campesino: Los estampados florales pueden estar ligados a lo campestre, al aire libre, a lo rural. Especialmente cuando se trata de vestidos femeninos.
– Lo retro: En los ‘60 lo Boho fue tendencia absoluta. Así como la moda es circular, también es lo llamado “flower power”. Lo divertido que se traducía en esa época, fue retomado por marcas internacionales en los últimos años.
– Lo artístico: Si nos remitimos a Van Gogh o a pintores asiáticos, la flor y el arte siempre dependen el uno del otro. La moda recupera esa relación. Podemos encontrar combinaciones de cuadros famosos con reinterpretaciones modernas, o pinturas a mano, prints o crafts artesanales. Existen múltiples variantes que pueden deambular sobre este estilo de vestimenta.
Así como estos casos que vimos, existen cientos de otros ejemplos, donde lo estampado, las flores y la moda, se unen para comunicar un mensaje. Aunque pueda ser interpretado de muchas formas, estamos seguros que la belleza es símbolo común de lo que es recibido por el público
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