Un incendio forestal destruyó el hábitat de Capi y Camila en 2011. Los dos osos fueron rescatados tras sobrevivir y huir de las llamas y llevados al Museo del Desierto, donde se les brindó atención y cuidados, como parte de las acciones del recinto para preservar la biodiversidad coahuilense.
La pareja de osos llegó tan solo con un kilo y medio de peso, deshidratados y mal nutridos, pero después de una dieta balanceada, cuidados y vacunas, hoy en día son dos ejemplares adultos y sanos de oso negro y pesan aproximadamente 150 kilos.
Como cada año que se celebra su llegada al MUDE, se les llevó un pastel elaborado con sus ingredientes favoritos: harina, leche y frutas, como nueces, pasas y piñones. Además de un par de piñatas, que de forma inmediata quebraron para buscar el relleno.
En la fiesta de cumpleaños estuvieron presentes decenas de visitantes del museo, que disfrutaron tomando fotos a los osos comiendo pastel, a la par de que se destacó la importancia de cuidar el medio ambiente y apoyar a la preservación de todas las áreas naturales.
Esta actividad, además de formar parte de las atracciones del Museo del Desierto durante este periodo vacacional de Semana Santa, permite que los osos pueden tener un momento de recreación, el cual puede ser atestiguado por todos los que visitan el recinto para conocer la historia de la vida que ha evolucionado en la zona del desierto coahuilense. (INFONOR)
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