OPINIÓN

ALGO QUE VALE LA PENA LEER

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31 marzo, 2022

Palabralogía

Todo tiene una historia, y la historia de las palabras se llama Etimología. En este sentido, por ejemplo, “abril” el presente mes, proviene del latín “aprilis” (abrir) por su relación con la apertura de las flores, pero los estudios indican que también esta emparentada con el término griego afro (espuma) lugar de donde surgió la diosa Afrodita. Por tanto, desentrañar el origen de una palabra ayuda a encontrar su verdadero significado permitiendo, además de ampliar el vocabulario, hacer un mejor uso de las expresiones.

Precisamente, para aprender etimologías la recomendación de esta semana gira en torno a un título ameno y pedagógico: “Palabralogía”, publicado en 2014 por editorial Crítica y escrito por el español Virgilio Ortega, quien fuera director de sellos como Salvat o Plaza & Janés. Una destacada cronología sobre el origen y conformación del español, así como un encuentro con las palabras para entender nuestra historia.

En su prólogo, Ortega afirma que, si ignoras la filiación de una persona, realmente en el fondo no la conoces y de forma análoga lo mismo sucede con las palabras. En ese contexto, asistimos a un viaje para encontrar el parentesco de las letras, iniciando en el antiguo Egipto para descubrir que el término “deseret” da origen a lo que en muchos idiomas se conoce como desierto. Nos trasladamos también a Grecia, donde identificaremos sufijos que permiten entender que “protagonista” es la conjunción de “protos” (primero) y “agonistes” (competencia), es decir el primer competidor. El paso por Roma es obligatorio, ahí aprenderemos que gran parte de nuestras expresiones provienen del latín, como: “espectacular” que emana de “spectare” que significa “ver”.

Sin duda, una excepcional lectura que testifica que el español es un legado de distintas civilizaciones y que las etimologías son el reflejo de que el lenguaje se encuentra en constante evolución, o como apuntó Virgilio Ortega: “Las etimologías son lápidas desde las cuales, las palabras supuestamente muertas nos gritan que de alguna manera siguen vivas […] Eso intentaremos en este libro: no sólo presentarte a los padres y abuelos de las palabras, sino también al resto de los familiares vivos. A la familia.”

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.