CÁPSULAS SARAPERAS

 

Los negocios de 1894

En esta ocasión te platico de algo que encontré husmeando en el Archivo Municipal de esta hermosa ciudad de Saltillo. Cuando vi la información, deduje que dicho documento había sido realizado por un economista, y vaya sorpresa que me lleve al darme cuenta que, efectivamente, lo que te platicaré fue elaborado por un maestro mío de la Facultad de Economía, el Dr. Arnoldo Hernández, quien por cierto era hijo de Don Honorio, dueño la primer motocicleta Harley Davidson que rodó en nuestra ciudad.

El documento trata de la cantidad de negocios que existían en Saltillo en el último mes del año de 1894, por cierto, mismo año en el cual el Obispo de la Diócesis dio instrucciones para iniciar la construcción de la torre de la Catedral, que había permanecido inconclusa por casi 100 años.

Pero además, el documento del Profesor Arnoldo, quien era economista con doctorado en historia, muestra el monto de impuestos que pagaría cada establecimiento.

Los negocios que existían en aquel pequeño Saltillo a finales de 1894 eran en total 208, y los giros muy variados: desde carretones, carruajes, montepíos, agencias, boticas, expendios, panaderías, mesones, hoteles, fábricas de pasta, ladrilleras, figones, billares, sombrerías, zapaterías, dos ferreterías —de las cuales una era la Sieber—, comercios de ropa, tiendas de abarrotes, servicios de telegramas y algo que no supe que giro es, el de las llaves económicas.

Que por cierto este tipo de negocios, el de las llaves económicas, si alguien sabe de que se trataba ese negocio, hágamelo saber por favor. Bueno, pues sólo había tres establecimientos, y el monto de impuesto que pagaban era el menor de todos, pues sus contribuciones eran de tan sólo 1 peso con 50 centavos. Otra información relacionada con su servidor, pues además de gustarme la historia y de ser economista, soy el recaudador de impuestos, motivo por el cual investigué cuanto pagaban.

Para mi sorpresa, los negocios que tenían un cobro más alto de impuestos era casualmente el giro que tenia más competencia, y me refiero a las tiendas de abarrotes, que eran un total de 96 establecimientos y a los cuales se les cobraba $113.93

Los negocios que eran un monopolio, es decir que eran los únicos vendedores de ese producto o servicio en sus rubros, fueron una sombrerería, que vendía por supuesto sombreros, el billar y la ladrillera.

Hoy Saltillo, a la distancia de poco más 127 años, es una ciudad que crece día a día, que tiene negocios prósperos, una ciudad a la cual llegan mujeres y hombres de todo el mundo buscando prosperar, para trabajar y vivir, una ciudad que tiene mucha historia la cual tenemos que conocer y compartir para no perder nuestra identidad, además de decir con orgullo “Yo Soy de Saltillo”.

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.