CÁPSULAS SARAPERAS

Plaza de Armas

En esta ocasión te platico de un lugar emblemático que tenemos en esta hermosa ciudad de Saltillo, un lugar que todos hemos visitado, pero que poco sabemos de su historia me refiero a la Plaza de Armas.

Rodeada de bellos edificios, como lo es la catedral con sus tres estilos arquitectónicos, en la esquina sureste el Casino de Saltillo, cuyo edificio e historia bien merece una Cápsula Sarapera, adjunto a esta plaza se encuentra el Palacio de Gobierno y al costado los arcos, que por cierto los originales fueron inaugurados por el mismísimo Presidente Juárez.

Pero no siempre fue una plaza, incluso no siempre se ha llamado “de armas”. Durante los primeros años de la Villa de Santiago del Saltillo era simplemente un solar donde los animales pastaban, la gente caminaba, en el S. XVIII se le llamó Plaza Real debido a que, frente a ella, exactamente donde se encuentra el Palacio de Gobierno se ubicaban las casas reales. De hecho, en el interior de esas oficinas de gobierno todavía se pueden observar algunas paredes originales de las casas reales y fue ahí donde varios héroes de nuestra independencia durmieron, pero volvamos a la historia de nuestra Plaza de Armas.

Una plaza que los Saltillenses hemos llamado de diferentes formas, ya que además de ser llamada Plaza Real, también le llamamos Plaza Principal, después se le conoció como la “Plaza de Armas” debido a que era el lugar donde los hombres tanto de la Villa de Santiago del Saltillo como del Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala se reunían para organizar la defensa de ambas poblaciones contra los ataques de los nativos de la región, ya fueran los huachichiles o bien los rayados.

Esta plaza que fue llamada Plaza Real, Plaza Principal y Plaza de Armas tuvo otro nombre, tal vez por haber sido el lugar donde se proclamó por primera vez la independencia de México, se le conoció como la “Plaza de la Independencia”.

Un lugar donde han sucedido acontecimientos de trascendencia nacional, estatal, municipal y hasta algunas anécdotas algo simpáticas. Ya que fue en este lugar donde Antonio López de Santa Anna, aún con sus dos piernas, pasó revista a las tropas que combatirían en El Álamo allá en lo que hoy es San Antonio, Texas, ese mismo lugar, en el corazón de nuestra hermosa ciudad de Saltillo donde 10 años después el ejército norteamericano la ocupó tomando desde ahí las primeras fotografías de nuestra hermosa ciudad de Saltillo y casi 20 años después en agosto de 1864 dicha plaza principal fue tomada por las tropas francesas.

También hay hechos que sucedieron en esta plaza que son muestra de la valentía de los mexicanos, como lo fue aquella batalla entre revolucionario y federales, y en la cual el General Francisco Coss con un lazo logró quitarles a los pelones una metralleta. Una plaza en la cual se colocaron algunas farolas de gas traídas directamente desde Nueva York en 1885, una plaza en la cual la autoridad decidió colocar el obsequio de las colonias extranjeras que habitaban en Saltillo y que estas obsequiaron con motivo del centenario de nuestra independencia.  Una plaza en la cual Francisco Zarco dio un emotivo discurso de pie en una silla y cuando lo concluyó el Presidente Juárez accedió a la petición de los Saltillenses en separar a Coahuila de Nuevo León.

Una plaza en la cual muchos de nosotros fuimos a lanzarle comida a las palomas, o bien a perseguirlas, un lugar muy Saltillense el cual ha sido testigo del progreso de nuestra hermosa ciudad, espectador mudo de la vida diaria y la cual definitivamente vale la pena presumir.

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.