CÁPSULAS SARAPERAS

José F. Badillo

En esta ocasión te platico de un Saltillense por adopción, nacido en Concepción del Oro, Zacatecas el sábado 1 de junio de 1916, me refiero al Doctor José F. Badillo.

Cuando cursaba sus estudios de secundaria, tuvo que abandonar la población minera cuando en aquellos años un gobernador —de aquellos que se colocaban con la fuerza de las armas—, cerró la Escuela Normal de aquel estado, mudándose a esta hermosa ciudad de Saltillo, concluyendo en 1936 en el Ateneo Fuente, tan sólo tres años después de la inauguración del edificio que se ubica sobre el  Blvd. Venustiano Carranza, dónde José F. Badillo realizó sus estudios de bachillerato con la especialidad en medicina.

Al concluir sus estudios de bachillerato, partió rumbo a la Ciudad de México para estudiar medicina en la Escuela Nacional de Medicina, hoy perteneciente a la UNAM. Su estancia en la ciudad de los palacios inició en la casa de don Fili, donde además de encontrar un techo y cama, encontró al amor de su vida. Resulta que don Fili era oriundo también, de Concha del Oro, de oficio carpintero, elaboraba casitas de madera, algunas de las cuales eran vendidas por la Señorita Bertha, quien en alguna ocasión visitó al carpintero con su hermana, Lidia Mendoza. Por casualidad, por cuestiones del destino o por cuestiones del amor, José F. Badillo se encontraba en el taller de carpintería cuando ellos cruzaron la mirada en el justo momento en el cual Cupido hacía su tarea, logrando flechar ambos corazones.

Fue alumno del Doctor Gustavo Baz, quien fuera Gobernador del Estado de México, Secretario de Salud y Rector de la UNAM. Dicho médico en ese momento era el director del hospital “Sagrado Corazón de Jesús”, sí el mismo donde falleció el coahuilense Melchor Múzquiz. La experiencia como médico del Saltillense por adopción inicia precisamente gracias a la invitación del Dr. Baz, quien, al saber de las complicaciones económicas por las cuales atravesaba José, le ofreció estancia gratuita en el mismo hospital, en el cual adquiriría temple, experiencia y aún más amor por la profesión de médico.

Al concluir sus estudios en aula y hospital, tenia que realizar su servicio social. Por eso, cuando le dijo a su novia, Lidia, que tendría que irse, ella le contestó con un “tendremos que irnos”, y fue así que el 2 de octubre de 1942 contrajeron nupcias. Junto a ella formó una familia llena de amor, valores, cariño, responsabilidad y alegría, una familia de nueve junto a sus hijos Alejandro, Elia Emma, Pepe, Carlos, Gustavo, Miguel y Concepción.

Para el año de 1945 arriba de nuevo a Saltillo, donde es recibido y apoyado por la colonia de migrantes libaneses. Ya contaba con su especialidad de médico cirujano.

El Doctor José F. Badillo establece su consultorio y al poco tiempo, en 1950, establece en Saltillo la primera clínica con camas de hospital, llamándolo “Sanatorio de Jesús”.

Fue además aficionado a la minería y propietario de varias minas, las cuales nunca le dejaron dinero alguno.

Durante la desgracia del trenazo de puente Moreno, participó activamente salvado vidas, pasando días enteros en el lugar del accidente. Además, fue docente de la escuela de enfermería institución en la cual logró ser director entre 1977 y 1978. También fue camarógrafo por diversión y entretenimiento.

Su hijo Pepe platica que como padre fue excelente, muy complaciente y siempre dio muestras de amor. Su nieto, mi amigo José Gerardo, me aseguró que como abuelo aún era más complaciente y amoroso.

Fue autor de textos de investigación sobre medicina, integrante del cuerpo medico del Hospital Civil de Saltillo desde 1948 hasta 1970, medico de la Cruz Roja Saltillo además del IMSS. Hombre de gran solidaridad y amor al prójimo por eso no era raro que sus pacientes de ranchos, ejidos o rancherías le pagaran la consulta y el medicamento con blanquillos, gallinas, cabras o hasta marranitos.

A la edad de 82 años, el 13 de septiembre de 1998, el creador necesitaba de un médico para atender a algunos ángeles o tal vez a un aficionado a la minería para explorar y explotar las minas del amor eterno, por lo que le mandó llamar ante su presencia.

Definitivamente, si pudiéramos resumir la vida del Saltillense José F. Badillo en una frase, esta sería: “Naciste para vencer, no admitas la derrota”. El Dr. Badillo, sus valores, su familia, su legado son algo muy de Saltillo y que vale la pena presumir.

 

 

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
Artículo anteriorAVISO DE CURVA
Artículo siguienteNO ES FALSO
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.