La alimentación de niñas y niños pequeños no ha mejorado en la última década y podría empeorar mucho más con el COVID-19: UNICEF

(Fotos: Unicef)

En México, uno de cada cinco niñas y niños menores de 5 años tiene problemas de mala nutrición, sea que presenten desnutrición crónica, carencias en micronutrientes o sobrepeso y obesidad

Ciudad de México.- Un nuevo informe global publicado este miércoles por UNICEF señala que uno de cada dos menores de dos años en México no recibe los alimentos o nutrientes necesarios para prosperar y crecer de manera adecuada, situación que está causando daños irreversibles en su desarrollo.

El informe – ¿Una alimentación para el fracaso? La crisis de la alimentación infantil en los primeros años de vida – publicado días antes de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, que se celebra esta semana, advierte que mundialmente el aumento de la pobreza, la desigualdad, los conflictos y emergencias de salud como la pandemia de COVID-19 están contribuyendo a provocar una crisis nutricional entre los más pequeños, con pocas indicaciones de mejora en esta década.

“El informe es muy claro: en momentos clave de sus vidas, millones de niñas y niños pequeños están recibiendo una alimentación caracterizada por una ingesta insuficiente de nutrientes, que pone en peligro su desarrollo al causar daño irreversible en sus organismos y mentes,” señaló Mauro Brero, Jefe de Nutrición que UNICEF en México.

“Durante los primeros cinco años de vida, el ser humano atraviesa un rápido proceso de crecimiento que, cuando se ve afectado por la mala nutrición, conduce a problemas graves. Una dieta inadecuada puede causar un daño irreversible en el cuerpo y el cerebro de los niños pequeños, lo que tiene repercusiones en su escolarización, sus perspectivas laborales y su futuro. A pesar de ser algo que sabemos desde hace muchos años, el suministro de alimentos nutritivos, seguros y adecuados para los más pequeños no ha mejorado a nivel mundial; peor aún, la actual pandemia ha contribuido a empeorar la situación”.

El análisis, de UNICEF, realizado entre 91 países, señala que, en México en particular, uno de cada cinco bebés de entre 6 y 23 meses no recibe el mínimo de comidas diarias recomendadas para su edad, y sólo uno de cada dos consume el mínimo de grupos de alimentos esenciales para su desarrollo.

En el país, la situación se agrava por el consumo de alimentos ultraprocesados, puesto que el 40% de las calorías consumidas por niñas y niños en edad preescolar proviene de este tipo de productos; según la Encuesta de Salud y Nutrición 2020 publicada por el Instituto de Salud Pública de México (INSP), cuatro de cada cinco preescolares consumen cotidianamente bebidas endulzadas y apenas uno de cada tres consume verduras diariamente.

El informe de UNICEF destaca que uno de cada cinco niñas y niños menores de cinco años en el país padece de mala nutrición, bien sea desnutrición crónica, carencia en micronutrientes o sobrepeso y obesidad.

“El gobierno de México ha realizado importantes esfuerzos para reducir la mala nutrición, con estrategias clave como el nuevo etiquetado frontal en alimentos ultraprocesados o – en el contexto de la pandemia de Covid-19 – la inclusión en el currículum escolar de la materia Vida Saludable, que promueve la alimentación adecuada, higiene y actividad física entre las y los estudiantes”, señaló Brero.

“Aun así, queda mucho camino por recorrer en el país, y es importante seguir trabajando para mejorar la nutrición a nivel nacional, especialmente en los menores de dos años pues, en esa etapa de sus vidas, son más vulnerables a los efectos de la mala nutrición que en cualquier otra, debido a que, por cada kilogramo de su peso corporal, necesitan una mayor cantidad de nutrientes esenciales derivados de alimentos saludables”.

El informe de UNICEF agrega que, en México, sólo uno de cada tres bebés de entre 0 y 5 meses recibió leche materna como alimento exclusivo, factor que afecta negativamente su nutrición y se ve agravado por una falta de diversidad alimentaria mínima durante el primer año de vida, al no consumir tres o más de los grupos de alimentos saludables.

UNICEF resaltó la importancia de que la Cumbre Mundial de Sistemas Alimentarios conduzca a decisiones que mejoren radicalmente la alimentación de la niñez en todo el mundo, y que los países se comprometan en ella a tomar medidas esenciales como:

Aumentar la disponibilidad y asequibilidad de alimentos nutritivos – incluyendo frutas, verduras, huevos, pescado y alimentos poco procesados enriquecidos – incentivando su producción, distribución y venta al por menor.

Aplicar normas y leyes nacionales dirigidas a evitar que los niños pequeños consuman alimentos y bebidas procesados y ultraprocesados poco saludables, y a poner fin a prácticas de comercialización perjudiciales dirigidas a niños y familias.

Aumentar la aceptación de alimentos nutritivos y seguros por medio de promoción de cambio social y de comportamiento en canales de comunicación tradicionales y digitales, comunidades, escuelas, sistemas de salud, etc., con el fin de alcanzar a las niñas, niños y cuidadores con información clara y coherente.

México ha demostrado que es posible progresar en este terreno. En los últimos diez años, por ejemplo, la tasa de bebés de 0 a 5 meses alimentados exclusivamente con lecha materna ha aumentado en más de 10 puntos porcentuales. Por otra parte, en las actuales circunstancias es esencial para México, entre muchos otros países, impulsar urgentemente la transformación de sus sistemas alimentarios y lograr una alimentación nutritiva, sana y asequible para toda la niñez en el país, esfuerzo que UNICEF está comprometida a apoyar, como parte de su colaboración con el gobierno de México, la sociedad civil, la academia y el sector privado. (UNICEF)

 

Autor

Agencias