El exlíder estudiantil izquierdista y actual diputado Gabriel Boric de 35 años y el exfuncionario derechista Sebastián Sichel de 43, ganaron este domingo 18 las elecciones primarias y serán candidatos a la presidencia de Chile; cuya primera vuelta, será el 21 de noviembre y la segunda, el 19 de diciembre.
Además de Boric y Sichel, estarán aquellos que postulen los partidos Socialista y Democracia Cristiana, que ahora no participaron.
Chile ha pasado los últimos meses, inmerso en elecciones para cumplir con los acuerdos tomados por las fuerzas políticas frente a los estallidos sociales de octubre 2019, que provocaron una grave crisis política y económica.
Primero se hizo el plebiscito para saber si se quería una nueva constitución y el “apruebo” ganó con el 78 por ciento.
Luego la elección de convencionales, alcaldes y gobernadores regionales.
Y finalmente, las primarias presidenciales; en las que votaron tres millones de ciudadanos, el 21 por ciento del electorado, y fueron tan pacíficas y bien aceptadas por los perdedores, que lograron que la Bolsa de Santiago subiera.
Tal como sucedió cuando los comicios de mayo definieron a las 155 personas que redactarán la nueva constitución, los partidos tradicionales fueron rebasados por jóvenes y gente sin partido.
Boric abanderado de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, tiene a sus 35 años la edad mínima legal para ser presidente y ganó al comunista Daniel Jadue, alcalde de Recoleta, con el 60 punto 4 por ciento de los votos de su sector.
Se hizo famoso en 2011, cuando como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, encabezó el masivo movimiento estudiantil que demandaba mejor educación.
Después de recibirse como abogado, fundó la organización Marca AC que promovió la celebración de una asamblea para redactar la nueva constitución.
Desde marzo de 2014, es diputado por la región de Magallanes, su patria chica donde obtuvo arrolladora votación y hace dos años es puntal del Frente Amplio, que ha puesto a temblar a los partidos tradicionales de la izquierda.
Sus propuestas son las que hoy atraen a la juventud, y giran en torno a la justicia social, la descentralización del gobierno, las luchas feministas, el medio ambiente y la “superación del neoliberalismo”.
Y en su intervención del triunfo, pidió no tener miedo de que los jóvenes lleguen al poder porque aprendieron de los errores de los mayores y citó frases del último discurso del presidente Salvador Allende, en el incendiado palacio presidencial de la Moneda.
Los analistas advierten que en noviembre no la tendrá fácil, que su aplastante triunfo se debió al miedo que el comunista Jadue generó en los sectores pudientes, y muchos de sus votos “son votos derechistas prestados”, que no se repetirán.
Sichel del conglomerado derechista Chile Vamos, es originario de Santiago y también abogado, pero por la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Auto declarado independiente, militó en la Democracia Cristiana y en Ciudadanos; fue contratista y funcionario en el primer gobierno de la socialista Bachelet; y en el actual de Piñera, ocupó las carteras de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y el Ministerio de Desarrollo Social, siendo presidente del Banco Estado, hasta este pasado diciembre.
Su votación superó la del veterano político Joaquín Lavín de 67 años, alcalde de Las Condes registrado por Unión Demócrata Independiente y a quien se daba por favorito, y a Ignacio Briones de Evolución Política y Mario Desbordes de Renovación Nacional, el partido de Piñera.
Es crítico de lo que llama élite chilena y aunque impulsado por la derecha, niega ser afín a esa tendencia y fue a las primarias como independiente de centro.
Entrevistado por María José O’Shea, de La Tercera, rechazó haber cambiado ideología y se ufanó de ser liberal.
“No he cambiado en mis convicciones, solo de partido… la izquierda involucionó y la derecha evolucionó hacia una centroderecha democrática y ahí nos encontramos… dejé de militar porque se transformaron en clubes sociales que priorizan la carrera funcionaria… estuve en dos partidos y salirme fue como separarse dos veces, quedas traumado…”
Advirtió que la derecha debe atender la razón para que “un proyecto extremo como el comunista, está cautivando a los chilenos… no hemos entendido que la clase media chilena está viendo una alternativa, en ese mundo autoritario y antidemocrático… No es decir no vote por los comunistas porque son malos sino vote por nosotros, porque somos mejores…”
Acompañado en su discurso de victoria por los tres aspirantes derechistas derrotados, ratificó sus propuestas de apoyar el emprendimiento y el deporte, mejorar los procesos judiciales y fomentar la actividad productiva en las regiones.
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