Manuel Cuellar Salas
En esta ocasión te platico de un Saltillense de cepa, nacido en el año de 1919, me refiero a don Manuel Cuellar Salas, casado con Dolores Cuellar Mata en 1940, con quien tuvo 6 hijos, 4 hombres y 2 mujeres.
Desde muy joven empezó a trabajar en las puertas verdes, como se le conoce al Bazar América, que todavía existe y cuyo propietario es don Chuy.
Su papá, de nombre Manuel Cuellar Delgado, conocido como La Galera debido a su altura, era carnicero y el negocio lo tenia sobre la calle de Gral. Cepeda antes de llegar a Múzquiz. Al fallecer don Manuel, su hijo optó por tener dos trabajos, en las puertas verdes y en la carnicería de la familia.
Empezaba labores en la carnicería a las 5 de la mañana, para estar ya a las 9 AM en el bazar, de donde salía a las 6:00 PM.
Tenia una gran pasión, que era el tiro deportivo, incluso fue campeón nacional en 1957 y presidente del club de tiradores Saltillo. Saltillense de gran puntería, pues aseguran que, en la cacería, cuando la presa estaba quieta hacía ruido para dispararle en movimiento.
Anécdotas hay muchas, como aquella ocasión en la cual estando de cacería con su entrañable amigo y compadre Raúl Martínez, propietario de la zapatería Victoria, ambos divisaron un venado cuya cornamenta era enorme, todo un trofeo. Los dos, sin ponerse de acuerdo, dispararon en el mismo instante. El venado cayó y fueron rápidamente a ver quien le había acertado, y la sorpresa fue que solo una bala había dado en el venado, por lo que. como buenos amigos, decidieron dividir el trofeo. Don Manuel se quedó con la mitad de adelante del cuerpo que mando disecar, y Raúl con la parte trasera con la cual hicieron unos deliciosos tamales.
Pero además don Manuel fue beisbolista, jugando en varias novenas como El Rastro, El Rive y de los Marycel, donde jugó la posición de filder coronándose varias veces como campeón en aquella liga local que teníamos en esta hermosa ciudad y que se jugaba en el estadio Saltillo durante la décadas de los 40´s.
Pero eso no es todo, además don Manuel fue ciclista, deporte en el cual era sumamente bueno, pero debido a que no le gustaba usar pantaloncillos cortos, no le permitían participar en torneos oficiales. Su argumento era que tenia las piernas muy flacas.
Hombre de trabajo y apasionado del deporte, en su vida siempre reinó la disciplina, según recuerda su nieto, Adolfo Figueroa Cuellar, quien lo describe como un padre cariñoso y abuelo amoroso.
Definitivamente, don Manuel tenia muchas características de todo buen Saltillense, por eso don Manuel Cuellar es un Saltillense como muchos que tenemos y que vale la pena presumir. Y bien decía don Manuel: “No se que tienen mis ojos, que puros cabrones veo”.
Ah, se me olvidaba decirles que Manuel también era muy bueno en el billar.



