Contratos colectivos de la industria del vestido en México ignoran derechos de las mujeres

Foto: César Martínez López (Cimacnotocias)

 Ciudad de México.-  La mitad de los contratos colectivos en la industria de la indumentaria en México –con más de 70 por ciento de personal femenino– no incorpora ninguna demanda de las mujeres; y sólo dos de 68 sindicatos analizados en esta industria tiene como secretaria general a una mujer.

Estos son algunos de los resultados del informe “La situación de los contratos colectivos del trabajo en la industria de la indumentaria en México”, que elaboraron las expertas en derechos laborales Inés González Nicolás, Andrea E. García y Gabino Jiménez Velasco, con apoyo de Fondo Semillas.

De acuerdo con Cimacnoticias, para este estudio se analizaron 68 contratos colectivos del trabajo en 15 entidades de la República (Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Ciudad de México) y, por primera vez en un estudio de este tipo, se añadió como categoría de análisis la transversalización de la perspectiva de género en estos contratos colectivos.

Esta categoría era importante porque “el mayor nivel en el deterioro de la contratación colectiva en México coincide con una destacada presencia de las mujeres trabajadoras en el mercado laboral”, dice el informe.

Las investigadoras encontraron que 54 por ciento de los contratos colectivos no hace referencia a ninguna cuestión de género, es decir, no incorpora los derechos o las demandas de las trabajadoras.

Por ejemplo, la atención de las prestaciones relacionadas con los derechos de maternidad, pese a que son obligación de ley, no se mencionan en absoluto en los contratos colectivos analizados o son inferiores a aquellas dispuestas por la Ley Federal del Trabajo (LFT), como se pudo observar en 64 de los 68 contratos colectivos analizados.

Además, sólo dos sindicatos tienen a una mujer como secretaria general, a pesar de que en la industria de la indumentaria hay 70 por ciento de presencia femenina.

También se observó que sólo un sindicato resultó ser independiente, el resto pertenece a las grandes centrales sindicales, como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos del Estado de Puebla, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FROC-CROC) y la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM).

Otro dato es que los salarios más altos pueden ser atribuidos a una sola persona o a un grupo reducido del personal, mientras que los salarios más bajos pueden ser asignados a la mayoría de las personas trabajadoras en la empresa. Las partes de la cadena de suministro más feminizadas –como las áreas de confección– suelen ser las que tienen las remuneraciones más bajas, lo que las obliga a trabajar jornadas extras para complementar sus ingresos.

Además, de acuerdo con el informe, no se ha observado una participación relevante de las mujeres en el proceso de negociación colectiva. De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, sólo 8.7 por ciento del total de los sindicatos existentes cuenta con secretarías generales a cargo de mujeres.

Al presentar el informe el pasado 27 de noviembre, la académica Inés González dijo que “si las personas trabajadoras no conocen sus derechos y no se apropian de ellos, seguirá siendo un papel la Ley Federal del Trabajo”.

La investigadora Andrea García, por su parte, dijo “podemos tener una ley y una reforma laboral que no diga en el papel cosas maravillosas sobre la democratización del mundo laboral, pero eso no va a pasar desde la ley a los centros de trabajo, eso va a pasar cuando las y los trabajadores en los centros de producción organizados puedan hacer una demanda de la aplicación de lo que establece la ley laboral”.

No obstante, “gran parte de las condiciones que hay en las fábricas en las que se produce la indumentaria es responsabilidad directa de las marcas multinacionales que terminan comercializando los productos en el mercado final, porque son quienes concentran la mayor parte de las ganancias de la producción y quienes están en toda la posibilidad de ofrecer mejor paga a los contratistas y de esa forma garantizar que haya mejores condiciones en el piso de producción”, agregó. (CIMACNOTICIAS)

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Agencias